ARMANDO MURIAS IBIAS
Nació en Caboalles en 1955. Trabajó de mecánico de automóviles en Lorena (Francia), de camarero, de minero (como rampleru, vagoneru, ayudante caballista y ayudante entibador), de agente comercial, de profesor (de FP, BUP, COU, ESO, Bachillerato y Universidad) en diversos centros educativos de España, y fue lector de español en Viena (Austria) y profesor de Lengua Castellana y Literatura en el Real Instituto de Jovellanos (Gijón).
Actualmente es doctor en Filología Hispánica y profesor de Lengua Castellana y Literatura en el IES Alfonso II de Oviedo.
OBRAS
Tiene publicaciones de investigación filológica en el campo de la Lexicografía: Vocabulariu de la Minería en L.laciana y Degaña (ALLA, 2000), de la Toponimia: Toponimia de Cagual.les d’Arriba (ALLA, 2002) y de la Semántica: Dos campos semánticos desiguales: lo guapo y lo xostrón (ALLA, 2004).
En la creación literaria Los zapatones del quincallero (Septem, 2003) con la que ganó el Premio Letras de Novela Corta, Nómadas y El día que me quieras, Las vaquillas.
ENTREVISTAS A ARMANDO MURIAS IBIAS EN LA NUEVA ESPAÑA Y EL COMERCIO
-¿Por qué «Las vaquillas»?
Como no me gustan los toros, en mi vida sólo fui a una corrida, decidí contar la historia de unas vaquillas que se escapan del camión que las traslada e inician un recorrido a su aire, en lugar del previsto por las calles del pueblo para finalizar en el tradicional encierro.
-Lo que se podía esperar de un antitaurino...
Es un alegato a la libertad, alejado de la épica taurina tradicional, en el que las vaquillas descubren un mundo nuevo que no sospechaban que existía.
-¿Su relato tiene similitud con la película de Berlanga «La vaquilla»?
En cierta manera sí, por la búsqueda de la libertad y porque al final interviene la Guardia Civil para cazarlas, y esto le da sin duda un tono absolutamente berlanguesco.
-¿Qué futuro le augura a la fiesta nacional, tan denostada últimamente en algunas ciudades, como Barcelona?
Tengo claro que el espectáculo morirá de muerte natural porque está completamente obsoleto. Lo que era el toro y el torero muerto de hambre ya murió hace tiempo, ahora sólo queda el folclore, como Cayetano Rivera, que es torero y modelo. Los toreros como Manolete son ya sólo historia. Tal vez sólo queda José Tomás, pero porque es un divo.