LA NOCHE DE TODOS LOS SANTOS O NOS GALAN-GAEAF
La noche del 31 de octubre era la festividad principal, de los celtas.
Era el momento en que los druidas recogían las bayas del muérdago depositado en los troncos y en las ramas de las encinas y robles.
Era el momento en que los druidas recogían las bayas del muérdago depositado en los troncos y en las ramas de las encinas y robles.
Esta noche era conocida como Nos Galan-gaeaf, noche de las calendas de invierno, ya que el año celta se dividía en dos estaciones, la de invierno y la de verano.
En la víspera del primero de noviembre se encendían hogueras y a esta fiesta acudían todos los miembros del poblado y se celebraba una asamblea en la que intervenían tanto los hombres como las mujeres.
Se sacrificaban animales con el fin de aprovisionarse para el invierno y era una de las pocas ocasiones en que los druidas tenían autorización para comer carne de cerdo y beber vino en abundancia.
Todos encendían velas y el sentimiento de proximidad con los difuntos era tal que cualquier ser vivo podía descender con ellos al mundo inferior.
Druidas cortando el muérdago en el sexto día de la luna
por Henri Paul Motte
Se sacrificaban animales con el fin de aprovisionarse para el invierno y era una de las pocas ocasiones en que los druidas tenían autorización para comer carne de cerdo y beber vino en abundancia.
Todos encendían velas y el sentimiento de proximidad con los difuntos era tal que cualquier ser vivo podía descender con ellos al mundo inferior.
La creencia generalizada era que en la noche del 31 de octubre los muertos entraban en comunicación con los vivos en una especie de confusión cósmica, lo que ha generado multitud de leyendas al respecto.
LA NOCHE DE TODOS LOS SANTOS EN ASTURIAS
EL AMAGÜESTU DE DIFUNTOS
Todos los Santos por Fra Angelico
La iglesia católica cristianizó todas estas tradiciones en Asturias.
La Nueche de Tolos Santos es la víspera al 1 de noviembre: tras la puesta de sol, las fronteras que separan el mundo de los vivos del de los muertos se difuminan, y nos vemos invadidos por las almas de los antepasados y por los espíritus infernales de la noche.
EL AMAGÜESTU DE DIFUNTOS
En la vigilia de Tolos Santos se celebraba el Amagüestu de difuntos, que es la recogida y asado de las castañas en el campo, junto a una hoguera.
Todos los miembros de la familia se sentaban alrededor de la lumbre y tras acabar, las castañas que sobraban se tiraban al suelo diciendo ¡Esto ye pa que coman los difuntos!
Tras la cena, llegaba la llamada Ronda de las ánimas benditas, que consistía en dedicarle a cada una un padrenuestro.
Los asturianos del ámbito rural eran muy respetuosos con las almas de los antepasados, y así, en el aniversario de la muerte de una persona, se celebraba un banquete en su honor, en el cual se dejaba un sitio vacío, reservado para el difunto.
LOS DIFUNTOS JUNTO AL LLAR
En la Noche de Difuntos se pensaba que las almas salían del Más Allá y volvían por un momento al mundo de los vivos, a rememorar tiempos pasados.
Se creía que se sentaban junto al fuego del hogar o llar y comenzaban a conversar entre ellos.
LOS DIFUNTOS JUNTO AL LLAR
En la Noche de Difuntos se pensaba que las almas salían del Más Allá y volvían por un momento al mundo de los vivos, a rememorar tiempos pasados.
Se creía que se sentaban junto al fuego del hogar o llar y comenzaban a conversar entre ellos.
Había que procurar que la llama del llar no fuera muy fuerte, pues de lo contrario les podría alcanzar, y no se debían dejar puestas las trébedes, pues los difuntos podrían sentarse en ellas y quemarse.
OTRAS TRADICIONES DE ESTA NOCHE
Por la noche tampoco se había de barrer, pues con ello se expulsaba a los difuntos de la casa, ni tampoco cerrar las puertas bruscamente, no fuera a ser que lastimásemos a algún ánima que pasase por allí.
Además, los campesinos dejaban a sus difuntos su cama para que éstos se acostasen en ella, y llenaban todos los calderos y ferradas de agua, para que los muertos pudieran beber cuando pasasen junto a ellas.
OTRAS TRADICIONES DE ESTA NOCHE
Por la noche tampoco se había de barrer, pues con ello se expulsaba a los difuntos de la casa, ni tampoco cerrar las puertas bruscamente, no fuera a ser que lastimásemos a algún ánima que pasase por allí.
Además, los campesinos dejaban a sus difuntos su cama para que éstos se acostasen en ella, y llenaban todos los calderos y ferradas de agua, para que los muertos pudieran beber cuando pasasen junto a ellas.
LAS LAMPARILLAS DE LAS ÁNIMAS DEL PURGATORIO
Esta misma noche se encendían pequeñas lamparillas, sobre cazuelas de aceite.
Cada una de ellas lucía por el ánima de un difunto.
La primera lamparilla que se apagaba indicaba que el alma por la cual se ha encendido acaba de salir del Purgatorio.
Si este muerto no necesitaba esta luz por estar ya en el cielo o en el infierno, la lamparilla ardía por el alma más necesitada de las demás.
Cada una de ellas lucía por el ánima de un difunto.
La primera lamparilla que se apagaba indicaba que el alma por la cual se ha encendido acaba de salir del Purgatorio.
Si este muerto no necesitaba esta luz por estar ya en el cielo o en el infierno, la lamparilla ardía por el alma más necesitada de las demás.
LAS CALABAZAS
Por los caminos rurales o caleyas también deambulaban los difuntos y mucha gente colocaba en los huertos, en los cruces de caminos y en los montes calabazas huecas e iluminadas con una cara recortada, que representaban el alma de un muerto.
LA GÜESTIA
La noche de difuntos tiene, como principal protagonista, a la procesión de la Güestia.
También la llaman la Estantigua o Hueste Antigua, la Buena Xente o la Santa Compaña y son las almas en pena envueltas en sudarios que recorren los caminos en fila durante la noche llevan un hueso humano encendido y cuya visión hay que evitar para no pasar a formar parte de ella.
Estas procesiones salen de los cementerios para ir a visitar a las personas próximas a morir, mientras caminan van tocando una campanilla y cantando una salmodia ininteligible.
Quien se encuentre con la Güestia y no tenga sitio dónde ocultarse, ha de trazar un círculo en el suelo con una cruz e introducirse en él. Este círculo es siempre respetado por la nocturna comitiva.
En Asturias se cuenta que, cuando alguien la ve pasar, es que al año siguiente le tocará el turno de formar parte de la procesión, que va recogiendo a aquellos a quien la muerte determina que les ha llegado la hora.
LA RAMA DE TEXU
En la mañana siguiente, las familias iban al cementerio a visitar a sus parientes difuntos, a los cuales ofrecían una rama de texu, el árbol sagrado de los celtas, que les serviría para regresar al Más Allá.
Además, en muchas partes de Asturias, los campesinos no trabajaban la tierra este día, por respeto y reverencia a los difuntos.
Antiguamente en Asturias, en esa noche, también los niños iban pidiendo comida, especialmente dulces, por las casas.
Sin embargo esta costumbre desapareció al ser prohibida por la Iglesia católica en el siglo XVIII.
LA GASTRONOMÍA
En Asturias en estas fechas se hacen los dulces del otoño, Frisuelos, Buñuelos de viento,Torrijas, Teresitas de sartén, de crema o de nuez, Huesos de Santo y Manzanas y Peras asadas o en compota...
INGREDIENTES PARA CUATRO PERSONAS:
- Ingredientes: Para el mazapán:
- 200 grs. de azúcar
- 100 gramos agua
- 150 gramos de almendra molida
- Para el dulce de yema:
- 100 grs. de azúcar
- 50 gramos de agua
- 4 yemas de huevo
ELABORACIÓN:
El mazapán:
Hacer en el fuego almíbar fuerte con el azúcar y agua.
Añadir la almendra y revolver fuertemente hasta formar una pasta.
Dejar enfriar mientras se confecciona el dulce de yema.
El dulce de yema:
En el fuego hacer almíbar fuerte con el azúcar y agua.
Batir las yemas solas y añadir a chorrito el almíbar mientras se revuelve. (Se puede hacer con la batidora).
Echarlo de nuevo en la cazuela donde se ha hecho el almíbar y ponerlo al baño María, revolviendo hasta que espese mucho.
Tener cuidado de que no hierva, ya que se puede cortar la crema.
Dejar enfriar.
Tener cuidado de que no hierva, ya que se puede cortar la crema.
Dejar enfriar.
MONTAJE DE LOS HUESOS:
Amasar el mazapán y estirarlo con el rollo de cocina, en una superficie espolvoreada con azúcar glas.
Cortar tiras de 4 centímetros. Y luego éstas en cuadrados.
Enrollar cada cuadrado en un palito de un centímetro de diámetro. Pegar la masa con los dedos para formar unos pequeños cilindros y pasarlas por azúcar glas. Sacar del palo, dejar secar y rellenar con el dulce de yema.
Amasar el mazapán y estirarlo con el rollo de cocina, en una superficie espolvoreada con azúcar glas.
Cortar tiras de 4 centímetros. Y luego éstas en cuadrados.
Enrollar cada cuadrado en un palito de un centímetro de diámetro. Pegar la masa con los dedos para formar unos pequeños cilindros y pasarlas por azúcar glas. Sacar del palo, dejar secar y rellenar con el dulce de yema.