domingo, 30 de junio de 2013

LAS VANGUARDIAS

La grande Julie por Fernand Léger

LAS VANGUARDIAS

Las vanguardias son los nuevos movimientos artísticos llamados futurismo, cubismo, expresionismo, dadaísmo, surrealismo... 
Tienen lugar en Europa y América desde comienzos del siglo XX.
Alcanzaron su mayor auge a partir de la Primera Guerra Mundial en 1914.


La guerra, 1916 por Giacomo Balla



INTENCIÓN DE LAS VANGUARDIAS

Las vanguardias quieren romper radicalmente con la estética del arte anterior, sobre todo con la del Realismo.
Esta ruptura se produce en todos los campos: pintura, escultura, música, arquitectura, literatura...


Buscan liberar al arte de todas las convenciones y principios tradicionales.

Bailarina de Gino Severini, 1915


Para ello experimentan continuamente con el fondo, las formas, los enfoques y las técnicas.


Se utiliza el arte como una provocación contra las normas sociales establecidas.




EL FUTURISMO


Fundado por Marinetti en 1909, creador del Manifiesto Futurista.
Exalta la guerra y los avances tecnológicos del momento, rechaza el moralismo y la igualdad de derechos de la mujer. 
Busca la belleza en el riesgo, la velocidad y la acción.
Venera la tecnología frente al arte de museo.
Rompen con las normas tipográficas.


















Caballo y jinete por Carlo Carrá




EL DADAÍSMO

Iniciado por Tristán Tzara en el Cabaret Voltaire en 1915 
Nace como respuesta a la brutalidad de la I Guerra Mundial.

Pretende combatir lo racional mediante lo absurdo y lo ilógico, mediante la producción de textos incoherentes producidos al azar.
Pájaro azul de Kurt Schwitters, 1922


EL SURREALISMO
Nace en Francia con André Breton, quien publica en 1924 el Manifiesto del Surrealismo. 

Se basa en los estudios de Freud sobre el subconsciente.
El arte debe explorar en los estados inconscientes o subconscientes del ser humano.

Esto produce una gran libertad en el arte.

La obra surrealista intenta transmitir un estado caótico.








La metamorfosis de Narciso por Salvador Dalí

Interesa lo onírico para desvelar la personalidad a través del
mundo de los sueños.

Se suprimen todos los nexos lógicos.
Las obras se apoyan en metáforas desconcertantes e imágenes aparentemente sin sentido.
Se mezcla el plano objetivo de la realidad y con el plano subjetivo del poeta.



LAS VANGUARDIAS EN ESPAÑA
Ramón Gómez de la Serna retratado por Diego Rivera, 1915

El iniciador de las vanguardias en España es Ramón Gómez de la Serna, quien en 1909 dio a conocer el futurismo en la revista Prometeo.


A partir de 1918, comenzaron en España el creacionismo y el ultraísmo.

Son los dos ismos de origen hispánico.

CREACIONISMO

Iniciado por el chileno Vicente Huidobro.
Quiere crear poemas como objetos nuevos e independientes de la realidad que nos rodea. 


Moulin poema de Vicente Huidobro

El poeta en “un pequeño dios” que crea algo distinto a la realidad conocida. 
Se rompe con la tradición realista. 
Influye en Gerardo Diego, poeta español de la Generación del 27.

ULTRAÍSMO

Integra varios ismos españoles de principios del siglo XX.
Se da a conocer en las revistas Grecia y Ultra



Concede gran importancia a la metáfora.
Busca el lado lúdico del arte y se rechaza el sentimentalismo.
Los poemas son objetos visuales.
Se suprimen los signos de puntuación y la rima.

Con la Generación del 27 el vanguardismo llega a su mayor apogeo en España.

Además de los ismos mencionados, hay otros con menor huella en la literatura española, como el futurismo y el dadaísmo.

SI QUIERES CONOCER ALGO MÁS SOBRE LA MÚSICA Y EL ARTE DE LAS VANGUARDIAS:











lunes, 24 de junio de 2013

ENID BLYTON, LOS CINCO Y EL TESORO DE LA ISLA





ENID BLYTON


Enid Blyton (1897 - 1968), nació en Dulwich, localidad al sur de Londres, Inglaterra.

Desde niña, Enid Blyton quiso ser escritora y empezó a escribir muy pronto, y nunca dejó de hacerlo, pero tuvieron que pasar muchos años antes de que pudiera publicar su primer libro. 
Desde pequeña le interesaba mucho la lectura y leía todos los libros de cuentos y leyendas que caían es sus manos y también le gustaba la poesía. 

Sin duda ha sido la autora de libros infantiles y juveniles mas leída del mundo entero, aunque la crítica literaria la ha acusado de no ser políticamente correcta y no le ha sido siempre favorable.

Se han vendido en el mundo más de cuatrocientos millones de ejemplares de sus libros.
Enid Blyton es su verdadero nombre y la reproducción de su firma aparece en muchos de sus libros.



Empezó estudios de Medicina pero los abandonó para estudiar Magisterio movida por su gran interés hacia los niños. 

Cuando era maestra lo que más le gustaba era explicarles cuentos a sus alumnos. 
A Enid Blyton, como a la mayoría de los ingleses, le encantaba cuidar de su jardín y le gustaban mucho los animales. 
Dedicada al público infantil y preadolescente, escribió unas setecientas obras llenas de acción y suspense entre los años 1915 y 1968. 
Entre sus obras destacan las series de aventura llamadas de Los Cinco, El Club de los Siete Secretos, Misterio, Secreto y Aventura.
También hizo series dedicadas a colegios de internados femeninos, Torres de Mallory, Santa Clara.

LOS CINCO Y EL TESORO DE LA ISLA




Los cinco y el tesoro de la isla es la primera novela de Los Cinco, la serie más famosa de su autora. 

Los protagonistas son tres hermanos, Julián, Dick y Ana, y su prima Jorge. 

Los cuatro primos se suelen reunir en vacaciones en la bahía de Kirrin, donde vive Jorge, y juntos suelen correr aventuras en las que siempre acaban, buscando tesoros, resolviendo misterios o desenmascarando a criminales. 

El quinto miembro del grupo es el perro de Jorgina, Tim.
Timoteo es un inteligente compañero de aventuras que, en más de una ocasión, les sacará de apuros.





Como en el resto de las novelas de Enid Blyton dedicadas a Los Cinco, muy fácil deslizarse desde una inglesa merienda de vacaciones de verano con pasteles de jenjibre, carne enlatada y termos de té, hacia la aventura más extraordinaria y peligrosa, con espías, contrabandistas, ladrones y tesoros y, sobre todo con maravillosas exploraciones de pasadizos secretos y galerías subterráneas, casas deshabitadas, minas abandonadas o lagunas secretas.





domingo, 23 de junio de 2013

EDGAR RICE BURROUGHS, UNA PRINCESA DE MARTE



EDGAR RICE BURROUGHS


Edgar Rice Burroughs es uno de los autores estadounidenses más prolíficos del siglo XX. 

Su obra comprende numerosos volúmenes dedicados a la ciencia ficción como los que forman su célebre saga marciana, su famosa serie dedicada a Tarzán o novelas acerca del viejo oeste y relatos históricos.


LA SERIE MARCIANA


La saga marciana es la segunda serie más extensa y famosa de Edgar Rice Burroughs, después de la Tarzán.

En ella se narran las aventuras del americano John Carter y otros varios guerreros y princesas en Barsoom, el Marte ficticio de Burroughs.
La civilización del planeta Barsoom fue recreada con toda  minuciosidad por Burroughs con fauna, flora, ciudades y formas sociales propias.
De su mano, y a través de los ojos de John Carter, contemplamos una civilización extraterrestre.

UNA PRINCESA DE MARTE


Una princesa de Marte es la novela que da inicio a una de las sagas más famosas de Burroughs, la serie marciana.

En el escenario de un agonizante planeta Marte, surcado por canales, asistimos a las emocionantes y románticas aventuras de John Carter enamorado de la hermosa princesa marciana Dejah Thoris.





Esta historia fue publicada por primera vez en la revista pulp All-Story Magazine en febrero de 1912 con el título Bajo las lunas de Marte bajo el seudónimo de Norman Bean y más tarde editada como libro por primera vez en 1917.





La novela es un bella y poderosa combinación de variados elementos con el fondo de una civilización extraterrestre imaginaria, con una fauna exótica, extraños animales y monstruos, mujeres sensuales, y un héroe, John Carter, que es un caballero a la antigua usanza.

Burroughs describe con gran detalle el planeta Barsoom y  las razas que lo habitan, su flora y su fauna, los continentes y las ciudades e incluso sus monedas y sus medidas de longitud y tiempo.

Su ficción se ha convertido en un paradigma, podemos hablar de un Marte al estilo Burroughs.

Una princesa de Marte es una aventura en estado puro del subgénero de ciencia ficción conocido como novelas de espada y planeta. 
La conjunción de escenario exótico, amores y acción trepidante siguen manteniendo su poder habitual.


Se puede hablar de una ciencia-ficción clásica, con un ligero toque ingenuo que añade encanto a la obra.


INFLUENCIAS

Ambientada en un planeta Marte moribundo, esta novela fue fuente de inspiración de muchos escritores de ciencia ficción  entre los que se incluyen Arthur C. Clarke, John Norman y Ray Bradbury y despejó el camino hacia la exploración espacial  y la búsqueda de vida extraterrestre. 


Si te apetece leer esta novela, haz clíck en el siguiente enlace y podrás hacerlo:



viernes, 21 de junio de 2013

MAQUIAVELO, EL PRÍNCIPE



Maquiavelo por Santi di Tito

NICOLÁS MAQUIAVELO


Nicolás Maquiavelo fue un diplomático, funcionario público, filósofo político y escritor italiano. 
Fue una figura relevante del Renacimiento italiano.



EL PRÍNCIPE

Cuán loable es en un príncipe mantener la palabra dada y comportarse con integridad y no con astucia, todo el mundo lo sabe. Sin embargo, la experiencia muestra en nuestro tiempo que quienes han hecho grandes cosas han sido los príncipes que han tenido pocos miramientos hacia sus propias promesas y que han sabido burlar con astucia el ingenio de los hombres. Al final han superado a quienes se han fundado en la lealtad.



Debéis, pues, saber que existen dos formas de combatir: la una con las leyes, la otra con la fuerza. La primera es propia del hombre, la segunda de las bestias; pero como la primera muchas veces no basta, conviene recurrir a la segunda. Por tanto, es necesario a un príncipe saber utilizar correctamente la bestia y el hombre. Este punto fue enseñado veladamente a los príncipes por los antiguos autores, los cuales escriben cómo Aquiles y otros muchos de aquellos príncipes antiguos fueron entregados al centauro Quirón para que los educara bajo su disciplina. Esto de tener por preceptor a alguien medio bestia y medio hombre no quiere decir otra cosa sino que es necesario a un príncipe saber usar una y otra naturaleza y que la una no dura sin la otra.


Estando, por tanto, un príncipe obligado a saber utilizar correctamente la bestia, debe elegir entre ellas la zorra y el león, porque el león no se protege de las trampas ni la zorra de los lobos. Es necesario, por tanto, ser zorra para conocer las trampas y león para amedrentar a los lobos. Los que solamente hacen de león no saben lo que se llevan entre manos. No puede, por tanto, un señor prudente -ni debe- guardar fidelidad a su palabra cuando tal fidelidad se vuelve en contra suya y han desaparecido los motivos que determinaron su promesa. Si los hombres fueran todos buenos, este precepto no sería correcto, pero -puesto que son malos y no te guardarían a ti su palabra- tú tampoco tienes por qué guardarles la tuya. Además, jamás faltaron a un príncipe razones legítimas con las que disfrazar la violación de sus promesas. Se podría dar de esto infinitos ejemplos modernos y mostrar cuántas paces, cuántas promesas han permanecido sin ratificar y estériles por la infidelidad de los príncipes; y quien ha sabido hacer mejor la zorra ha salido mejor librado. Pero es necesario saber colorear bien esta naturaleza y ser un gran simulador y disimulador: y los hombres son tan simples y se someten hasta tal punto a las necesidades presentes, que el que engaña encontrará siempre quien se deje engañar.



Maquiavelo, "Capítulo XVIII: De qué modo han de guardar los príncipes la palabra dada", en El Príncipe











jueves, 20 de junio de 2013

MADAME DE SÉVIGNÉ, CARTAS A SU HIJA

Marie de Rabutin-Chantal, madame de Sévigné


MADAME DE SÉVIGNÉ
La marquesa de Sévigné, de soltera Marie de Rabutin-Chantal, nace en París en 1626, de familia noble y acomodada. 
A los 18 años se casa con Henri de Sévigné, con quién tendrá a su hija Françoise-Marguerite y a su hijo Charles. 
Su marido morirá en duelo, batiéndose en defensa de una amante, y la marquesa quedará viuda a los 25 años. 

Era un persona admirada por su bondad, siempre rodeada de amigos, con un gran interés por las Artes. 

Era una mujer muy inteligente y cultivada y había recibido una sólida formación al uso de la época: Literatura, canto, danza, equitación, latín, español, italiano... 

Entre sus amigos se encontraban poetas como Saint-Pavin, Marigny, Montreuil, o el estadista Fouquet. 

Era también amiga de Mlle de Montpensier, Madame de la Fayette y de Madame de Maintenon, la favorita, y más tarde esposa morganática, de Luis XIV.


Frecuentaba la corte y las gentes de letras, era una gran anfitriona y se movía con soltura y elegancia en los salones. 

Muy independiente y adelantada a su tiempo, rehusó tomar otro marido y, tras casar a su hija, se dedicó a escribir cartas, elevando el género epistolar al nivel de obra maestra.

En la corte le gustó rodearse de gentes de letras y dedicará, una vez casada su hija, todo su talento a escribir cartas, tanto a su hija, como a muchos de sus contemporáneos.



En sus cartas relata acontecimientos del momento, narra en primera persona sus impresiones sobre los protagonistas, y también refleja su carácter sereno, educado y con principios elevados.


 CARTAS A SU HIJA

Las cartas de Madame de Sévigné a su hija Françoise-Marguerite, condesa de Grignan, figuran entre las cumbres literarias del siglo XVII francés.


A lo largo de los últimos veinticinco años de vida escribió a su hija unas 800 cartas que siempre se han considerado un monumento literario en Francia.

Madame de Sévigné las escribe con motivo de la marcha de su hija a Provenza en 1671 para reunirse con su marido.

Estas cartas sirven para intentar llenar el vacío que siente con la marcha de su hija y para reanudar una relación que no siempre fue fácil.

Françoise-Marguerite, condesa de Grignan



En la mayor parte de los textos se ve el cariño extremo de una madre por su hija. 

Las cartas manifiestan dolor por la ausencia de la hija, celos, protestas, reconciliaciones, recomendaciones... 



Madame de Sévigné le relata a su hija los sucesos de su entorno que considera importantes y que, como se hacía en ocasiones en aquella época, pudieran ser leídas más tarde en las reuniones de los salones.



La escritora hace desfilar en sus cartas gran parte de la historia de la época y así podemos ver a través de sus ojos a la aristocracia, a la nobleza rural o a la corte de Versalles.


CARTA DEL DOMINGO 26 DE ABRIL DE 1671

A su hija Mme. de Grignan

París, domingo 26 de abril de 1671

Hoy es domingo, 26 de abril; esta carta no saldrá hasta el miércoles. Pero esto no es una carta, sino un relato que acaba de hacerme Moreuil, para que os lo transmita, de lo que sucedió en Chantilly con respecto a Vatel.

El viernes os escribí que se había dado de puñaladas; he aquí el asunto con sus detalles: el Rey llegó el jueves por la noche; la caza, la iluminación, el claro de luna, el paseo, la colación en un lugar tapizado de junquillo, todo salió a pedir de boca. Se cenó, y hubo algunas mesas donde faltó el asado por haber concurrido algunos comensales más con los cuales no se contaba. Eso afectó a Vatel, a quien se le oyó decir en varias ocasiones: "He perdido el honor, esto es un vergüenza que no podré soportar". A Gourville le dijo: "La cabeza me da vueltas, llevo doce noches sin dormir, ayudadme a dar órdenes". Gourville le ayudó en lo que pudo. El asado que había faltado, no por cierto en la mesa del Rey sino en las de los veinticinco comensales que llegaron imprevistamente, se aparecía constantemente a su imaginación. Gourville se lo dijo al Príncipe. Éste fue hasta la habitación de Vatel y le habló: "Vatel, todo marcha bien; la cena del Rey ha sido excelente". Él respondió: "Monseñor, vuestra bondad me confunde aún más; sé que el asado faltó en dos mesas". "Nada de eso, agregó el Príncipe, no os atormentéis, todo va bien".
Llegó la hora de los fuegos artificiales: fracasaron éstos a causa del mal tiempo, ¡y habían costado dieciséis mil francos! A las cuatro de la mañana Vatel sale y se encuentra con que todo el mundo duerme; ve sólo a unos de los proveedores del pescado, que le llevaba apenas dos cargas, y le pregunta: "¿Esto es todo lo que me traéis?" El otro responde: "Sí, señor". Ignoraba que se había enviado por él a todos los puertos de mar. Vatel espera algún tiempo; los otros proveedores no llegan. Su cabeza se trastorna creyendo que no tendría más pescado que aquel.

Encuentra a Gourville y le dice "Señor, no sobreviviré a este nuevo bochorno; perderé mi honor y mi reputación". Gourville se mofa de él. Sube Vatel a su habitación, apoya la espada contra la puerta y se atraviesa el pecho. Pero no murió hasta el tercer golpe, ya que los dos primeros no fueron mortales. El pescado mientras tanto llega de todas partes. Se busca a Vatel para que lo distribuya, mas no se da con él. Van a su cuarto, llaman, derriban la puerta, y lo encuentran bañado en su sangre. Corren con la noticia a casa del Príncipe, que manifiesta su desesperación. Llora el Duque, que fundaba en Vatel su viaje a Borgogna. El Príncipe, dirigiéndose al Rey, expresó tristemente que cada cual entiende el honor a su manera; se elogió mucho a Vatel, y al mismo tiempo se censuró su determinación extremada. El Rey manifestó que había retardado cinco años su visita a Chantilly precisamente porque comprendía el exceso de tal molestia, y que el Príncipe sólo debió haberse ocupado en preparar dos mesas, desentendiéndose de todo lo restante. Juró que no consentiría que el Príncipe soportara tales responsabilidades mas todo eso llegaba demasiado tarde para el pobre Vatel. Entre tanto, Gourville trató de reparar la pérdida de Vatel, y lo logró. Se almorzó muy bien, se merendó, se cenó, se paseó, se jugó y se fue de caza. Todo estaba impregnado de un mágico encanto, y se percibía en torno el aroma del junquillo. Ayer, que era sábado, se hizo lo mismo. Por la noche el Rey se dirigió a Liancourt, donde había hecho preparar una cena para después de la medianoche. Se proponía permanecer allí todo el día.



He aquí lo que me ha contado Moreuil, para que os lo haga saber. Y el cuento se acabó, porque yo no sé nada del resto. M. d’Hacqueville, que ha presenciado todo esto, os hará sin duda relación de ello; pero como su escritura no es tan legible como la mía, he decidido hacerlo yo también por mi cuenta. Y si os mando tantos detalles es porque yo, si me encontrara en vuestro caso, desearía que me los enviaran.


CURIOSIDADES

LA CREMA CHANTILLY
La famosa crema chantillí,  que toma el nombre de la ciudad francesa de Chantilly, es una crema de leche batida, ligeramente azucarada y perfumada con vainilla. 

La receta original se debe a François Valet cuya triste muerte narra en la anterior carta Madame de Sévigné.
Se usa para decorar o para rellenos.

RECETA DE LA CREME CHANTILLY 
1 litro de crema de leche
150 gramos de azúcar impalpable
Unas gotas de esencia de vainilla
Opcionalmente se puede añadir una clara de huevo


Poner todos los ingredientes en una batidora, batir a alta velocidad hasta que la crema comience a tomar cuerpo, luego baje la velocidad y siga batiendo hasta obtener una crema firme.

La clara del huevo es la que le aporta una buena firmeza y permite que la crema esté firme por más tiempo, 50 cc de agua bien fría cumple la misma función que la clara, es decir una clara de huevo o 50 cc de agua bien fría por cada litro de crema.


LA ROSA MADAME DE SÉVIGNÉ

Existe una rosa dedicada a Madame de Sévigné.

Mme. de Sévigné es una rosa borboniana hibridada por Robert y Moreau en Francia, en el año 1874. 



El arbusto es bastante armonioso, florífero y repetitivo, guiándose muy bien como pequeño trepador. 
La flor es llena, con forma globular, tamaño mediano, aunque algunas pueden llegar a ser bastante grandes. 
Empieza con el típico anillo, tan admirado por los obtentores decimonónicos, y el centro cuarteado, mostrando un pequeño botón o penacho de estambres. 
Se abre en su totalidad, gracias a sus pétalos redondeados y reflexos. Al final del proceso, es una esfera. 
El aroma es muy intenso, tal y como cabe esperar de una borboniana que se precie. 
Sirve como flor cortada para buqué.



















lunes, 17 de junio de 2013

HEINRICH VON KLEIST, LA MARQUESA DE O


HEINRICH VON KLEIST
Heinrich von Kleist fue un poeta, dramaturgo y novelista alemán nacido en Fráncfort del Óder en 1777.
Está considerado como uno de los principales escritores del llamado romanticismo alemán.
A pesar de su corta carrera, es uno de los más grandes escritores alemanes.

De familia de militares, estudió Derecho y Filosofía tras pasar siete años en el ejército prusiano. 
Fue cofundador de la revista Phobus, donde publicó varios de sus poemas y relatos. 

Hizo un pacto de suicidio en Berlín, en 1811, junto a su amante, compañera y musa inspiradora Adolfine Vogel, a la que von Kleist llamaba Henriette Vogel.


LA MARQUESA DE O


La marquesa de O narra la historia de una joven viuda que vive en una ciudad al norte de Italia con su padre, un militar de alto rango. 

En medio de las guerras napoleónicas, la ciudad es tomada por el ejército ruso y la marquesa está a punto de ser violada por unos soldados pero es rescatada por un coronel del ejército invasor. 

Meses después, la marquesa descubre que está embarazada, aunque no sabe cómo ha sido, y empieza una búsqueda desesperada del padre de la criatura. 












AQUÍ PUEDES LEER LA MARQUESA DE O:
Si te apetece leer este relato romántico de Heinrich von Kleist, haz click en el título:





ÉRIC ROHMER
Éric Rohmer, seudónimo de Maurice Henri Joseph Schérer fue un crítico y director de cine, además de periodista, novelista, guionista y profesor francés perteneciente a la llamada Nouvelle vague.
Dirigió una versión para el cine de la novela de Heinrich von Kleist.

















DIE MARQUISE VON O

La marquesa de O es una película franco-alemana dirigida por Éric Rohmer estrenada en 1976. 


















El guion se basa en la novela La marquesa de O de Heinrich von Kleist, publicada en 1805. 



La cinta ganó el Gran Premio del Jurado del Festival de Cannes de 1976. 




El guion de la película es del propio Rohmer y está protagonizada por Edith Clever, Bruno Ganz, Peter Lühr, Edda Seippel, Bernard Frey, Otto Sander, Eduard Linkers, Ruth Drexel y Hezzo Huber.

La música es de Roger Delmotte y la fotografía de Néstor Almendros.





















AQUÍ PUEDES VER EL TRAILER DE LA 
PELÍCULA DE ÉRIC ROHMER: