PÁGINAS

domingo, 31 de mayo de 2020

MARIE LE JARS DE GOURNAY, SOBRE LA IGUALDAD DE HOMBRES Y MUJERES

MARIE LE JARS DE GOURNAY
Marie Le Jars de Gournay, fue una escritora, filóloga, traductora, poeta y filósofa francesa de los siglos XVI y XVII.

Marie Le Jars de Gournay nació en París en 1565. 

Aunque viene al mundo en una familia noble, cuando se iniciaron las guerras de religión que asolaron Francia, cayó en la miseria.
A la muerte de su padre, Marie se retiró con su madre y sus hermanos al castillo de Gournay Sur Aronde.


Jules Dupré, Chateau de Gournay Sur Aronde


A pesar de la falta de recursos, Marie logró estudiar de manera autodidacta latín y griego, Física, Geometría, Historia y Filosofía.
Además estudió a los clásicos, leyó a Plutarco y otros autores del estoicismo y la literatura francesa.
Cuando descubrió Los ensayos de Michel de Montaigne se convirtió en su discípula entusiasta.
Montaigne tuvo tanta predilección por ella que casi llegó a considerarla como su hija adoptiva.
Marie de Gournay fue una pionera del feminismo que escribió, en pleno siglo XVII, un libro titulado
 Sobre la igualdad de  hombres y mujeres.
Hay que recordar que en esa época la propia idea del feminismo resultaba algo incomprensible. 

Marie de Gournay dio uno de los primeros pasos del camino que llevaría a los logros feministas de los siglos XIX y XX. 

Marie nunca se casó pero llevó en París desde 1599 una vida social e intelectual muy intensa donde frecuentó las altas esferas sociales y los círculos intelectuales.





Se interesó por la alquimia y la experimentación en la transmutación de metales como el oro y la plata. 

Se mantuvo gracias a sus escritos y recurriendo a traducciones de clásicos como Tácito, Ovidio o Virgilio, y otras autoediciones. 

Edi­tó y prologó numerosas versiones de Los ensayos de Montaigne y de su propia obra publicó tres ediciones. 

En su casa presidió un salón donde hombres y mujeres intelectuales discutían sobre los temas diversos de filosofía, política y literatura.
Participó activamente en los debates de su tiempo, especialmente en el que tuvo lugar sobre la lengua fran­cesa y del que surgiría la Academia Francesa en 1635.



SOBRE LA IGUALDAD DE HOMBRES Y MUJERES


Marie Le Jars de Gournay escribió, Sobre la igualdad de hombres y mujeres, en 1622. 

En sus páginas, la escritora defiende que las mujeres y los hombres solo se diferencian físicamente y que si las mujeres no estaban capacitadas para acercarse a campos como la ciencia o la filosofía o la política era simplemente porque se les había negado el acceso al conocimiento. 

En Sobre la igualdad de hombres y mujeres, Gournay empieza citando a grandes mujeres de la antigüedad para demostrar la capacidad de las mujeres para aprender.
Evita hablar de la superioridad de un sexo sobre el otro y considera que las grandes mujeres no lo son por imitar a los grandes hombres.
Declara que la idea de que las mujeres no se consideren capaces para las artes y las ciencias y solo se interesen por el adorno de sus cuerpos se debe a que no han tenido apenas oportunidades ya que se les ha vetado el acceso a la educación.
Gournay creía que si a las mujeres se les diese el mismo tipo de educación y oportunidades que a los hombres igualarían a los hombres en sus logros.
Anima a las mujeres a utilizar su inteligencia y a adquirir la formación que deseen y que necesiten para poder estar intelectualmente en un plano de igualdad al lado de los hombres y para demostrar, también en la realidad, la igualdad de sexos.


OTRAS OBRAS DE MARIE DE GOURNAY















Tras su primer libro, Marie de  escribió un ensayo corto que no estuvo libre de polémicas que tituló: Quejas de las mujeres.

En Quejas de las mujeres, Gournay se lamenta de que no se permita tener posesiones a las mujeres y que no puedan aspirar a cargos públicos. 
En sus obras señaló que las mujeres que recibían una educación tenía derecho a ser escuchadas, al igual que los hombres educados. 
Marie de Gournay consideraba que aunque hombres y mujeres se diferencian en la físico, en lo intelectual las mujeres son tan capaces como los hombres.


Además cultivó también la novela y la poesía.

MARIE DE GOURNAY Y MICHEL DE MONTAIGNE


Durante una breve estancia de Marie en París, en 1588, esta hace llegar a Montaigne una carta en la que le traslada su deseo de conocerle. 
El encuentro se produce un día más tarde y desde entonces se inicia una de las relaciones más fructíferas y ambiguas que ha conocido la historia del pensamiento. 
Montaigne no dudó en llamarla su "fille d'alliance" en Los ensayos, libro II, capítulo XVII, "De la presunción", denotando una admiración que explicará el gran intercambio intelectualentre los dos escritores que se producirá en los años posteriores al encuentro. 
Montaigne no duda en trasladarse largas temporadas a la mansión de Gournay-sur-Aronde donde discuten sobre su obra. 
Tras la muerte de Montaigne en 1592, su familia encomienda a Marie la revisión de Los ensayos de este autor comenzando así su labor como editora.
Fruto de estos encuentros, Marie de Gournay escribe en 1594 su primera gran obra, El paseo del señor de Montaigne

PARA LA REALIZACIÓN DE ESTA ENTRADA SE HAN UTILIZADO LAS SIGUIENTES FUENTES:
El País, Universidad Rovira i Virgili, Bibliothèques d'Aquitanie, Bibliotèque de Bordeaux, UNED, Libros CSIC: Égalité des hommes et des femmes.
Cabré i Pairet, M. y Rubio Herráez, E. (Eds.) (2014). Marie de Gournay. Escritos sobre la igualdad y en defensa de las mujeres. Madrid: CSIC



miércoles, 27 de mayo de 2020

CARL SANDBURG, CHICAGO POEMS

CARL SANDBURG
Carl August Sandburg es un poeta,  narrador, periodista, folklorista  y biógrafo norteamericano.
Nació el 6 de enero de 1878 en una cabaña de tres habitaciones en Galesburg, Illinois, una ciudad ferroviaria al suroeste de Chicago. 

Era el mayor de los siete hijos de August y Clara Sandburg, inmigrantes suecos muy pobres.

A los trece años dejó la escuela y su casa y recorrió el Medio Oeste de los Estados Unidos trabajando en empleos precarios y variados. 

Trabajó en una fábrica de ladrillos y fue portero, pinche de hotel, lechero ambulante, lavaplatos, aprendiz de peluquero, peón de albañil, camionero y bracero agrícola.
Con 19 años viajó una temporada como un hobo, una especie de temporero vagabundo que utilizaba los ferrocarriles.


Estas experiencias son la base del interés de Sandburg por los trabajadores de clase baja e influyeron en su poesía al estilo de Walt Whitman. 
En 1913 se trasladó a Chicago, donde editó la revista de negocios System y luego cubrió temas laborales para el Chicago Daily News desde 1917 hasta 1932.

Comenzó su carrera de escritor como periodista para el Chicago Daily News

Más tarde escribió poesía, historia,  novelas y críticas cinematográficas. 
Escribió también libros infantiles y una extensa biografía en  seis volúmenes del presidente Abraham Lincoln.


Junto con Edgar Lee Masters y otros escritores forma parte del grupo conocido como Renacimiento Literario de Chicago. 

En 1950 publicó Poemas completos, libro con el que obtuvo uno de sus tres premios Pulitzer, y por el que recibió tantos elogios como ataques.
Carl Sandburg se casó con Lilian Steichen y tuvieron tres hijas.
Pasó la mayor parte de su vida en el Medio Oeste antes de mudarse  con su familia a Carolina del Norte.


La poesía de Sandburg, por su raíz popular fue tildada en ocasiones de tradicional, folkclórica, nacionalista y poco innovadora.
Carl Sandburg pasó los últimos 22 años de su vida en Connemara, su residencia en Flat Rock, que su esposa transformó en una granja de cabras lecheras y publicó más de un tercio de sus trabajos mientras vivía allí.

A pesar de cultivar su imagen de persona sencilla que lleva una vida retirada en el campo, su éxito como escritor lo llevaría a estar en relación con presidentes como John F. Kennedy y celebridades como Chaplin, Groucho Marx, Marilyn Monroe o Bob Dylan.

Sandburg falleció en 1967 en Connemara su casa de Flat Rock, Carolina del Norte.




CHICAGO POEMS




Sus experiencias colectivas en Chicago y su itinerancia por el Medio Oeste se canalizaron en  su poema más famoso, titulado "Chicago".

"Chicago" fue publicado en 1914 y en él Sandburg expresa por un lado las frustraciones y por otro el orgullo de los habitantes e instituciones de la ciudad. 

Fue este poema, junto con su colección completa titulada Chicago Poems (1916), lo que inició su carrera literaria y unió su nombre para siempre en la historia y el alma de Chicago.


"CHICAGO"

Carnicera del mundo
Fabricante de Herramientas, 
Almacén de Trigo.
Juegas con los trenes y repartes mercancías
por toda la nación…
¡Tempestuosa, robusta, vocinglera
Ciudad de Anchas Espaldas!

Me dicen que eres perversa y lo creo, porque he
visto, bajo las farolas de gas, a tus mujeres
pintadas al acecho de jóvenes granjeros.
Me dicen que eres falsa, y yo contesto:
sí, es verdad, porque he visto a sus pistoleros
matar y luego ser puestos en libertad
para seguir matando.
Y me dicen que eres bestial, y yo contesto:
he visto las huellas del hambre atroz
en los rostros de mujeres y niños.
Y una vez contestado esto, me vuelvo
hacia aquellos que se mofan de mi ciudad y,
después de devolverles la mofa, les digo:
venid y mostradme otra ciudad llena de habitantes que
cante, con la cabeza bien alta, su orgullo de
vivir, y que sea tan soez, fuerte y graciosa.
Lanzando magnéticas blasfemias mientras se
entrega a sus faenas, he aquí un alto y audaz
muchacho asentado vívidamente
contra las blandas y pequeñas ciudades;
fiero y sacando la lengua como un perro
acometedor, astuto como un salvaje en lucha
contra el desierto,
destocado,
paleando,
demoliendo,
planeando,
construyendo, hundiendo, reconstruyendo.
Bajo el humo, con polvo en la boca, riendo
con sus blancos dientes,
bajo el terrible fardo del destino, riendo
como ríe un muchacho,
riendo como ríe un ignorante luchador
que no ha perdido nunca un combate,
fanfarroneando y riendo porque en su muñeca
late el pulso y bajo sus costillas se mueve
el corazón del pueblo.
¡Riendo!
Riendo con la tempestuosa, ruda y fuerte risa de la 
juventud,
medio desnuda y sudando, orgullosa de ser 
la carnicera del mundo, la fabricante de herramientas, la que almacena el trigo, juega con los trenes y reparte las mercancías por toda la nación.


"CHICAGO"
Aquí puedes escuchar en inglés el poema "Chicago" de Carl Sandburg recitado por Tom O'Bedlam.




EL RENACIMIENTO DE CHICAGO
Se conoce como Renacimiento de Chicago a un movimiento literario que floreció desde 1910 hasta 1925 y que buscaba retratar de la manera más realista posible la vida en las grandes ciudades estadounidenses, condenando la pérdida de valores rurales tradicionales en una sociedad cada vez más industrializada y materialista.
















Se trata también el desengaño de la idea tradicional de que un trabajo duro da siempre como resultado una vida plena de recompensas materiales y espirituales. 

Los principales escritores que participaron en este movimiento fueron Edgar Lee Masters, Carl Sandburg, Theodore Dreiser y Sherwood Anderson.

Hay que recordar la interesante figura de Harriet Monroe y su Poetry: A Magazine of Verse  una revista que no solo presentó a estos escritores de Chicago, sino que también promovió un intercambio con notables escritores europeos, incluidos James Joyce y W. B. Yeats.















Este renacimiento literario incluyó asimismo una revitalización del periodismo como vehículo para la literatura y del teatro.

Con la Primera Guerra Mundial y el avance del modernismo literario, los escritores comenzaron a dispersarse y el movimiento terminó con la Gran Depresión.


CARL SANDBURG Y LA MÚSICA FOLK

Sandburg también coleccionó y editó libros de baladas y folklore. 
Destacó como cantante folk acompañado de su guitarra, dio recitales y recopiló muchas canciones populares de Estados Unidos en su obra Una bolsa llena de canciones.

Carl Sandburg influenció a Woody Guthrie, Bob Dylan, Arlo Guthrie, Joan Baez, Johnny Cash, and Pete Seege, entre otros.















FUENTES CONSULTADAS:
Para la realización de esta entrada se han consultado las siguientes fuentes:
Poetry Foundation.org. Gallen Reuther: The Carl Sandburg Home. The Carl Sandburg Home National Historic Site Connemara.  The Poetry Magazine. National Portrait Gallery. Carl Sandburg Historic Site Association. El País, Mario Vargas Llosa: La casa de Carl SandburgEnciclopaedia Britannica, Chicago Literary Renaissance.



martes, 5 de mayo de 2020

MICHEL DE MONTAIGNE, LOS ENSAYOS


MICHEL DE MONTAIGNE
Michel Eyquem de Montaigne fue un filósofo, escritor, humanista y moralista francés del Renacimiento. 
Su influencia fue muy grande en la literatura francesa, occidental y mundial. 
Michel de Montaigne nació en 1533 y, cuando falleció, a los 59 años, había enriquecido la literatura francesa con un nuevo género: el ensayo. 
Criado por su padre para hablar latín como su primer idioma, perdió rápidamente su dominio cuando a los seis años fue enviado al Collège de Guyenne en Burdeos y allí aprendió francés y gascón. También lo educaron en griego.
En su vida adulta fue un terrateniente y funcionario de la Gascuña que se convirtió en alcalde de Burdeos,  y realizó viajes por Italia, Alemania y Suiza.
Montaigne fue un estudioso de los autores clásicos, incluidos Cicerón, Plutarco y Séneca, que influenciaron no solo su filosofía sino también su forma de expresión literaria.
Fue el creador del ensayo como género literario y un crítico de la cultura, la religión y la historia de su tiempo.
Como otros muchos intelectuales de su época, Montaigne era un defensor del Humanismo.

Vivió en una familia de rodeado de mujeres: su madre, su esposa Françoise y  seis hijas de las que solo sobrevivió a la infancia, Léonore.

LA BIBLIOTECA DE MONTAIGNE
A Montaigne le gustaba retirarse a la paz y la soledad de la torre donde tenía su biblioteca provista de estantes curvos para disfrutar de la lectura y la escritura en la compañía de su gata.
En las vigas del techo de su biblioteca todavía se conservan las famosas citas de máximas griegas y latinas que el escritor hizo grabar.
Entre ellas la de Terencio: Homo sum, humani nihil a me alienum puto, es decir, "Hombre soy y nada humano me es ajeno".

El lema de su torre era "Que sais-je?" o lo que es lo mismo "¿Qué sé yo?"  y mandó acuñar con esta divisa una medalla con una balanza con los dos platos en equilibrio.


LOS ENSAYOS


Los ensayos aparecieron publicados en 1580 en vida de Montaigne y tuvieron mucho éxito.

Los ensayos son textos breves, de carácter literario y filosófico, que recogían la sabiduría de los escritores griegos y latinos para intentar comprender y explicar la pequeñez y la necedad humanas, y tratar de encontrar la buena vida.
Los ensayos son tres libros divididos en ciento siete capítulos sobre temas variados.
Son una ingeniosa colección de textos fruto de toda una vida de reflexión y lecturas

Los temas de Los ensayos revelan muchos detalles sobre su autor y su entorno, y están extraídos de sus experiencias vitales.

En Los ensayos aparecen referencias a las Guerras de Religión, a sus lecturas y a su vida cotidiana de Montaigne rodeado de las mujeres de su familia.
Montaigne es un ejemplo de tolerancia y de mente abierta en  el contexto de loas Guerras de Religión de su época.
Todo le interesa e incluso recoge en Los ensayos observaciones sobre su gata a la que observa durante sus  juegos.
"Cuando juego con mi gata, ¿quién sabe si no soy un pasatiempo para ella más que ella lo es para mí?".

OPINIONES SOBRE LOS ENSAYOS DE MONTAIGNE

Es probable que Shakespeare leyera Los ensayos, que, entre otros pensadores y literatos, influyeron mucho en Descartes, Pascal, Goethe y Emerson. 
Flaubert depositó el libro en el regazo de George Sand diciéndole: "Léelo de principio a fin y cuando termines vuelve a leerlo, es una maravilla"

Nietzsche sostuvo que Montaigne al escribir Los ensayos "hizo más placentera la experiencia de vivir en este mundo".

Proust fue también uno de de sus admiradores y, como el mismo Montaigne, continuó escribiendo su obra hasta la misma hora de su muerte.
Otros autores que lo admiraron fueron Stefan Szweig que escribió su biografía, Flaubert,  Isaac Asimov, Virginia Woolf...


LOS ENSAYOS DE MONTAIGNE, LIBRO III, CAPÍTULO VIII DEL ARTE DE PLATICAR (FRAGMENTO) 
"El más fructuoso y natural ejercicio de nuestro espíritu es a mi ver la conversación: encuentro su práctica más dulce que ninguna otra acción de nuestra vida, por lo cual si yo ahora me viera en la precisión de elegir, a lo que creo, consentiría más bien en perder la vista que el oído o el habla. Los atenienses, y aun los romanos, tenían en gran honor este ejercicio en sus academias. En nuestra época los italianos conservan algunos vestigios, y con visible provecho, como puede verse comparando nuestros entendimientos con los suyos. El estudio de los libros es un movimiento lánguido y débil, que apenas vigoriza: la conversación enseña y ejercita a un tiempo mismo. Si yo converso con un alma fuerte, con un probado luchador, este me oprime los ijares, me excita a derecha a izquierda; sus ideas hacen surgir las mías: el celo, la gloria, el calor vehemente de la disputa, me empujan y realzan por cima de mí mismo; la conformidad es cualidad completamente monótona en la conversación. Mas de la propia suerte que nuestro espíritu se fortifica con la comunicación de los que son vigorosos y ordenados, es imposible el calcular cuánto pierde y se abastarda con el continuo comercio y frecuentación que practicamos con los espíritus bajos y enfermizos. No hay contagio que tanto como este se propague: por experiencia sobrada sé lo que vale la vara. Gusto yo de argumentar y discurrir, pero con pocos hombres y para mi particular usanza, pues mostrarme en espectáculo a los grandes, y mostrar en competencia el ingenio y la charla, reconozco ser oficio que sienta mal a un hombre de honor."

LA ESTATUA DE MONTAIGNE EN PARÍS

La estatua de Michel Montaigne en París está frente a la entrada de la universidad de la Sorbona.

La estatua era de mármol pero la costumbre de los estudiantes de acariciar el pie hacía que esta se gastara con demasiada frecuencia. 
La tradición de los estudiantes dice que si se toca el pie derecho de la estatua mientras  mientras se saluda al filósofo con un “Salut Montaigne” se tiene suerte en los exámenes. 
Ante el coste de las restauraciones, el Ayuntamiento de París tomó la decisión de sustituir la estatua original por una de bronce en el año 1989. 
No obstante, la tradición de visitar a Montaigne antes de un examen continua en vigor como lo demuestra el brillo del pie de la nueva estatua.