PASSEI TODA A NOITE, SEM DORMIR, VENDO...
Passei toda a noite, sem dormir, vendo, sem espaço, a figura dela,
E vendo-a sempre de maneiras diferentes do que a encontro a ela.
Faço pensamentos com a recordação do que ela é quando me fala,
E em cada pensamento ela varia de acordo com a sua semelhança.
Amar é pensar.
E eu quase que me esqueço de sentir só de pensar nela.
Não sei bem o que quero, mesmo dela, e eu não penso senão nela.
Tenho uma grande distracção animada.
Quando desejo encontrá-la
Quase que prefiro não a encontrar,
Para não ter que a deixar depois.
Não sei bem o que quero, nem quero saber o que quero. Quero só
Pensar nela.
Não peço nada a ninguém, nem a ela, senão pensar.
HE PASADO TODA LA NOCHE SIN DORMIR, VIENDO...
E vendo-a sempre de maneiras diferentes do que a encontro a ela.
Faço pensamentos com a recordação do que ela é quando me fala,
E em cada pensamento ela varia de acordo com a sua semelhança.
Amar é pensar.
E eu quase que me esqueço de sentir só de pensar nela.
Não sei bem o que quero, mesmo dela, e eu não penso senão nela.
Tenho uma grande distracção animada.
Quando desejo encontrá-la
Quase que prefiro não a encontrar,
Para não ter que a deixar depois.
Não sei bem o que quero, nem quero saber o que quero. Quero só
Pensar nela.
Não peço nada a ninguém, nem a ela, senão pensar.
O Pastor Amoroso
Alberto Caeiro
(Heterónimo de Fernando Pessoa)
HE PASADO TODA LA NOCHE SIN DORMIR, VIENDO...
He pasado toda la noche sin dormir, viendo, sin espacio la figura de ella.
Y viéndola siempre de maneras diferentes de como ella me parece.
Hago pensamientos con el recuerdo de lo que es ella cuando me habla,
y en cada pensamiento cambia ella de acuerdo con su semejanza.
Amar es pensar.
Y yo casi me olvido de sentir sólo pensando en ella.
No sé bien lo que quiero, incluso de ella, y no pienso más que en ella.
Tengo una gran distracción animada.
Cuando deseo encontrarla casi prefiero no encontrarla, para no tener que dejarla luego.
No sé bien lo que quiero, ni quiero saber lo que quiero. Quiero tan solo pensar en ella.
Nada le pido a nadie, ni a ella, sino pensar.
Y viéndola siempre de maneras diferentes de como ella me parece.
Hago pensamientos con el recuerdo de lo que es ella cuando me habla,
y en cada pensamiento cambia ella de acuerdo con su semejanza.
Amar es pensar.
Y yo casi me olvido de sentir sólo pensando en ella.
No sé bien lo que quiero, incluso de ella, y no pienso más que en ella.
Tengo una gran distracción animada.
Cuando deseo encontrarla casi prefiero no encontrarla, para no tener que dejarla luego.
No sé bien lo que quiero, ni quiero saber lo que quiero. Quiero tan solo pensar en ella.
Nada le pido a nadie, ni a ella, sino pensar.
El Pastor Amoroso
Alberto Caeiro
(Heterónimo de Fernando Pessoa)
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