ERNST LUBITSCH
Director de cine norteamericano de ascendencia judío alemana. Fue también actor, productor y escritor.
Empezó su carrera en el espectáculo en Alemania como actor en la compañía de Max Reinhardt en el Deutsche Theater.
Creó un personaje cómico de un judío para los cortometrajes que escribía y dirigía.
Mary Pickford lo contrató para que la dirigiera en Hollywood en Rosita, la cantante callejera.
Ya en Norteamérica, trabajó en producción en la Paramount Pictures, donde dio oportunidades a directores europeos de origen judío como Otto Preminger o Billy Wilder.
Trabajó tanto en el cine mudo como en el sonoro y destacó en los musicales y sobre todo en la comedia.
Se le considera el creador de la comedia sofisticada o refinada también llamada alta comedia que se caracteriza por sus diálogos ingeniosos y brillantes y ambientes sugerentes.
En sus 32 años de carrera, Lubitsch practicó todos los géneros y dominó el drama, la comedia y el musical.
Entre sus obras más destacadas están: El pecado de Cluny Brown, El diablo dijo no, Ninotchka, Ser o no ser, Lo que piensan las mujeres, Una mujer para dos, El abanico de Lady Windermer...
TO BE OR NOT TO BE
Se la considera una película de culto y una de las obras maestras de la comedia.
El guion, escrito por Lubitsch y Edwin Justus Mayer, adapta un relato de Menyhért Lengyel.
La película cuenta las peripecias de una compañía de teatro de Varsovia que se enfrenta a la Gestapo en la época de la invasión de Polonia por Adolf Hitler.
La película a pesar de ser considerada una obra maestra recibió algunas críticas por utilizar en una comedia un tema tan delicado como el nazismo y el bombardeo de Varsovia.
Pese a las risas que provoca esta comedia en el espectador, la crítica al nazismo y sus crímenes está muy presente.
Los diálogos son elegantes y divertidos y solo en apariencia intranscendentes.
Las situaciones son muy cómicas pese a transcurrir en un ambiente de guerra en el cuartel de la Gestapo en Varsovia y a estar en peligro de muerte los protagonistas.
Se aplican a esa situación trágica todas las técnicas de los enredos de la alta comedia y todos los trucos de los vodeviles.
La obra trata un tema bélico, los bombardeos de Varsovia y el valor y la resistencia de los polacos a la invasión nazi.
Pero además en el fondo de la trama está un leve triángulo amoroso entre un joven piloto de guerra enamorado de una bella actriz cuyo marido es un veterano e inseguro actor consagrado.
Está muy presente el llamado "Toque Lubitsch" en la delicada presentación del matrimonio de actores, en el supuesto adulterio de la protagonista y en la aparición de pequeños chistes que se van repitiendo como un estribillo a lo largo de la película.
Buen ejemplo de esto es la escena final cuando se abre un nuevo vértice en el inicial triángulo amoroso con la salida de otro joven oficial, esta vez de la Marina, del patio de butacas al iniciarse el monólogo de Hamlet.
LUBITSCH Y SHAKESPEARE
En una referencia a Romeo y Julieta Josef Tura, el marido de la actriz que interpreta a Ofelia, llama Romeo al teniente Sobinski.
María Tura, su esposa, se acuerda de las palabras de Marco Antonio en Julio César cuando los actores se creen perdidos.
La cita de Julio César es del Acto III, Escena II: "Romanos y compatriotas..."
Hay referencias a Hamlet y a su representación y su soliloquio y al célebre monólogo del judío Shylock en El Mercader de Venecia.
El texto de Shakespeare cobra vigencia y actualidad y se utiliza como un alegato contra el antisemitismo en el contexto de la Polonia ocupada por los nazis.
He aquí un fragmento del monólogo de Shylock:
"Que siempre ha despreciado mi raza y mi linaje. Que se ha aliado siempre al lado de mis enemigos, y siempre se ha enfrentado a mis amigos. Y todo eso ¡por qué? ¡Porque soy judío! Y el judío ¿No tiene ojos? ¿No tiene manos, ni órganos, ni alma, ni sentidos, ni pasiones? ¿No se alimenta de los mismos manjares? ¿No recibe las mismas heridas? ¿No padece las mismas enfermedades, y se cura con iguales medicinas? ¿No tiene calor en verano; y frío en invierno, lo mismo que cualquier cristiano? ¿Si lo hieren, no sangra? ¿No se ríe si le hacen cosquillas? ¿No muere si le envenenan? Si le ofenden ¿no tratan de vengarse? Pues si en todo lo demás somos tan semejantes, ¿Por qué no hemos de parecernos también en eso?"
El Mercader de Venecia, Acto III, escena I
William Shakespeare
EL TOQUE LUBITSCH
Estudiado por muchos, el llamado "The Lubitsch Touch" es algo etéreo, evanescente y difícil de definir.
Consiste en la habilidad para confiar en la inteligencia de los espectadores y sugerir, con pequeños datos, cosas que de otra manera no podían ser puestas en escena.
Se ve claramente en To Be or Not to Be en la escena del monólogo de Hamlet donde el presunto adulterio de la protagonista se representa con ironía con una salida de un espectador del patio de butacas.
De esta manera Lubitsch evitaba la censura de una forma elegante y a la vez sus obras mostraban un erotismo delicado y sutil y un profundo compromiso moral y social.
Entre los temas favoritos de Lubitsch están las diferencias entre clases sociales, la crítica política y las relaciones amorosas que escapan de la normalidad: adulterios, triángulos amorosos, matrimonios en crisis…
Su influencia se puede rastrear en numerosos directores de cine, no en vano Billy Wilder tenía en su despaco un cartel con la siguiente pregunta: ¿Cómo lo haría Lubitsch?
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