viernes, 28 de marzo de 2014

PLAUTO, MOSTELLARIA O COMEDIA DEL FANTASMA

TITO MACCIO PLAUTO
Plauto fue el comediógrafo más popular de los autores de comedias romanas y sus obras estaban destinadas divertir al pueblo.
De la enorme popularidad de Plauto da fe el hecho de que ya en el momento de su muerte circularan como suyas unas ciento treinta comedias. 

Varrón, en su estudio de la obra plautina, estableció como auténticas, sin ningún género de dudas, veintiuna comedias de esas ciento treinta atribuidas.

Estas obras las conservamos aunque no todas están completas.

Las comedias de Plauto son todas fabulas palliatas.

Amphitruo, Asinaria, Aulularia, Bacchides, Captivi, Casina, Cistellaria, Curculio, Epidicus, Menaechmi, Mercator, Miles Gloriosus, Mostellaria, Persa, Poenulus, Pseudolus, Rudens, Stichus, Trinummus, Truculentus y Vidularia, esta última está en estado muy fragmentario.

MOSTELLARIA O COMEDIA DEL FANTASMA


Mostellariatambién llamada Comedia del fantasma o Comedia de las apariciones, representa un claro ejemplo del teatro de Plauto.

Entre mentiras y enredos y en medio de equívocos, surge una divertida comedia cuya trama con fantasmas y apariciones es, quizás, una de las mejor manejadas por Plauto.

ARGUMENTO DE MOSTELLARIA

La acción transcurre en Atenas, donde Filólaques, joven ateniense de buena familia y de costumbres modélicas, lleva una vida desordenada guiada por su esclavo Tranión, desde que su padre, Teoprópides, partió de viaje de negocios a Egipto hace tres años. 
Mientras tanto, en Atenas, Filólaques despilfarra los bienes de su padre día tras día en convites y francachelas con sus amigos.

Además el joven ha pedido dinero a un usurero para comprar a su amada, la hermosa cortesana Filemacia. 

Pero el padre regresa. 
Tranión, el esclavo, que ve al padre del joven en el puerto, avisa a Filólaques del peligro y toma el mando para, a base de engaños, salir con bien de la embarazosa situación. 

Tranión, el típico esclavo cómico, listo, atrevido, fiel a su joven amo, cierra la casa con llave y miente a Teoprópides, diciéndole que han comprado otra casa y abandonado esta porque estaba encantada y tienen lugar en ella sucesos espantosos. 

La parte central de la obra consiste los distintos engaños que sufre Teoprópides por obra del esclavo Tranión.
Consta de tres etapas, que mantienen la tensión en el público por el gradual aumento del peligro que representan: la historia del fantasma que los ha echado de su antigua vivienda, la de la falsa compra de otra casa con los dineros prestados por un usurero y la de su visita a la casa del vecino fingiendo que es la nueva propiedad adquirida.

Cuando finalmente todo se descubre, Teoprópides se muestra muy ofendido de que se hayan burlado de él.

Pero todo termina con un final feliz cuando un amigo de su hijo consigue que les conceda a todos el perdón. 


MOSTELLARIA Y LA LITERATURA GÓTICA


La obra de Plauto Mostellaria o Comedia del fantasma se considera uno de los antecedentes literarios de la novela gótica.

En Mostellaria nos encontramos con una casa encantada, abandonada por sus habitantes, en la que un alma en pena se aparece y provoca sucesos paranormales.

Es verdad que, en esta obra de Plauto, las apariciones del fantasma son un recurso cómico que no busca el  miedo sino la diversión de los espectadores romanos.

Pero si observamos los datos que da el esclavo Tranión sobre las apariciones que suceden en la casa encantada, estas cumplen los requisitos de los espectros y fantasmas de la novela gótica:

Casa abandonada por sus habitantes sobre la que pesa una maldición ancestral
Pasado con crímenes o sucesos terribles
Aparición de espectros y fantasmas
Personajes aterrorizados hasta la muerte por las apariciones
Ruidos y fenómenos inexplicables
Escenas nocturnas o con la escasa iluminación de velas o candelas


FRAGMENTO DE MOSTELLARIA COMEDIA DEL FANTASMA









ESCENA SEGUNDA

PERSONAJES:
TEOPRÓPIDES: Ateniense, padre del joven Filólaques
TRANIÓN: Astuto esclavo de Teoprópides
LUGAR:

En Atenas, delante de la casa de Teoprópides

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TRANIÓN.— Es que hace ya siete meses que nadie ha puesto un pie en esta casa, después de que la desalojáramos. 

TEOPRÓPIDES.— Explícate, ¿por qué? 

TRANIÓN.— Echa una mirada, a ver si hay alguien que esté a la escucha de nuestra conversación. 

TEOPRÓPIDES.— No hay peligro alguno. 


TRANIÓN.— Mira otra vez. 

TEOPRÓPIDES.— No hay nadie, habla ya. 

TRANIÓN.— Se trata de un crimen. 

TEOPRÓPIDES.— ¿De qué? No te comprendo. 

TRANIÓN.— Un asesinato, digo, que ha sido cometido ya hace tiempo, un crimen viejísimo. 

TEOPRÓPIDES.— ¿Viejísimo? 

TRANIÓN.— Y nos acabamos de enterar ahora. 

TEOPRÓPIDES.— ¿Qué crimen es o quién lo ha cometido? 

TRANIÓN.— El dueño de la casa ha echado mano aquí a un amigo suyo y lo ha matado; en mi opinión. el mismo que te vendió la casa. 

TEOPRÓPIDES.— ¿Que lo mató? 

TRANIÓN.— Lo mató y le robó su dinero y lo enterró aquí en la casa. 

TEOPRÓPIDES.— ¿Y cómo habéis llegado vosotros a esa conclusión? 

TRANIÓN.— Yo te lo diré, escucha: había cenado tu hijo fuera, y luego que volvió de la cena a casa, nos vamos todos a la cama y nos dormimos; dio la casualidad de que se me había olvidado a mí apagar la lámpara, y de pronto va él y pega un grito enorme. 

TEOPRÓPIDES.— Pero ¿quién?, mi hijo, ¿no? 

TRANIÓN.— ¡Chsst! calla, tú escúchame: dice que es que se le había aparecido en sueños el difunto. 

TEOPRÓPIDES.— Pero en sueños, ¿no? 

TRANIÓN.— Sí, pero tú escúchame; dice que el muerto le habló como sigue... 

TEOPRÓPIDES.— ¿En sueños? 

TRANIÓN.— Milagro que se lo hubiera dicho despierto, si hacía sesenta años que había sido asesinado; a veces dices unas sandeces... 

TEOPRÓPIDES.— Me callo. 

TRANIÓN.— Pero verás (lo que le dijo) (con voz de ultratumba): "Soy un huésped venido aquí de ultramar, Diapontio, aquí habito, ésta es la morada que me ha sido concedida, que Orco no quiso acogerme en el Aqueronte por haber sido privado de la vida prematuramente. Fui objeto de una traición: mi amigo me dio muerte y me metió aquí bajo tierra clandestinamente sin darme debida sepultura el muy malvado, sólo por causa de mi oro. Ahora tú, sal de esta casa, que está maldita, es nefando el habitar en ella"

Un año entero no me bastaría para contarte las cosas tan espantosas que ocurren aquí. ¡Chist, chist!


TEOPRÓPIDES.— ¿Qué es lo que sucede? por favor, yo te suplico. 

TRANIÓN.— Ha sonado la puerta, ¿será él quien ha dado esos golpes? 

TEOPRÓPIDES.— ¡No tengo una gota de sangre en mis venas, los muertos se me llevan en vida al Aqueronte! 

TRANIÓN.— (Aparte.) ¡Ay de mí!, ésos van a echar a perder toda mi historia; estoy temblando de que me coja éste in fraganti

TEOPRÓPIDES.— ¿Qué es lo que estás ahí relatando? 

TRANIÓN.— ¡Retírate de la puerta, huye, por favor, yo te lo suplico! 

TEOPRÓPIDES.— ¿A dónde voy a huir?, ¡huye tú también! 

TRANIÓN.— Yo no tengo miedo, yo estoy a buenas con los muertos. 

UNA VOZ DESDE DENTRO.— ¡Eh, Tranión! 

TRANIÓN.— (Haciendo como que habla con el difunto.) Harás mejor en no llamarme; yo no he hecho mal alguno ni he llamado a la puerta; por favor.

TEOPRÓPIDES.— Pero ¿es que has perdido el juicio, Tranión?, ¿con quién estás hablando? 

TRANIÓN.— Ah, ¿eres tú el que me ha llamado? Te juro que creí que me pedía cuentas el difunto por haber aporreado tú la puerta. ¿Pero todavía sigues ahí plantado y no haces caso a lo que te digo? 

TEOPRÓPIDES.— ¿Qué es lo que debo hacer? 

TRANIÓN.— No te vuelvas a mirar, huye, tápate la cabeza. 

TEOPRÓPIDES.— ¿Y tú por qué no huyes? 

TRANIÓN.— Yo estoy en paz con los muertos. 

TEOPRÓPIDES.— Sí, sí, y entonces, antes ¿qué?, ¿por qué te entró ese miedo? 

TRANIÓN.— No te preocupes por mí, te digo, ya me las arreglaré yo por mi cuenta. Tú, adelante, huye lo más rápido que puedas e invoca a Hércules.

TEOPRÓPIDES.— ¡Hércules, misericordia! (Se va.) 

TRANIÓN.— Lo mismo digo: mal rayo te parta, abuelo. ¡Dioses inmortales, misericordia, no es chica la mala pasada a la que acabo de dar cima! 


Tito Maccio Plauto, 
Mostellaria o Comedia del fantasma


jueves, 27 de marzo de 2014

RADU MIHAILEANU, LA FUENTE DE LAS MUJERES



LA FUENTE DE LAS MUJERES
Con el tema de fondo de la Lisístrata de Aristófanes y basada en la huelga del 2001 de las mujeres de Kirka, una población del sur de Turquía, La fuente de las mujeres, en francés La Source des femmes, es una película francesa de 2011 dirigida por el director francés de origen rumano Radu Mihaileanu y protagonizada por Hafsia Herzi, Leïla Bekhti, Biyouna, Sabrina Ouazani, Hiam Abbass y Mohamed Majd entre otros.








ARGUMENTO

En un pequeño pueblo en algún lugar entre el Norte de África y Oriente Medio, la tradición exige que las mujeres vayan a buscar agua, bajo un sol ardiente, a la fuente que nace en lo alto de una montaña. 


Leila, una joven casada, propone a las demás mujeres una huelga de sexo: no mantendrán relaciones sexuales hasta que los hombres colaboren con ellas en el transporte del agua hasta la aldea.


























SI QUIERES CONOCER MÁS SOBRE ESTA PELÍCULA:
Visita este enlace:
http://www.lafuentedelasmujeres.es/

También puedes escuchar esta entrevista hecha a su director.











martes, 25 de marzo de 2014

GERTRUDIS GÓMEZ DE AVELLANEDA, SAB





GERTRUDIS GÓMEZ DE AVELLANEDA
Se la considera una gloria tanto de la literatura americana como de la peninsular y es una de las representantes más auténticas del romanticismo hispano.

Nació en Cuba, en Santa María de Puerto Príncipe, la actual Camagüey, en 1824.


Vino a España con 22 años y aquí vivió la mayor parte de su vida y murió en Sevilla,en 1873.

Conocida familiarmente con el nombre de Tula, su vida fue un conjunto de sucesos trágicos similar al de los personajes de sus obras. 



Su padre fallece y su madre se casa apresuradamente en segundas nupcias y debido a esto, Gertudis sale de Cuba hacia Europa.


Aquí entra en contacto con la literatura romántica del momento, Víctor Hugo, Chateaubriand, Lord Byron...

La muerte de sus dos maridos y el abandono de su amante, cuando ella se encontraba embarazada, inclinaron su temperamento depresivo y apasionado hacia el espiritismo y a periodos de retiro religioso.

Siempre tuvo el apoyo de escritores como José Zorrilla, Fernán Caballero, José de Espronceda o Alberto Lista.
Su espíritu independiente y sus escándalos amorosos también le valieron las críticas de personajes importantes de la época.


En las reuniones literarias madrileñas donde entonces se iniciaba el romanticismo, la belleza y el comportamiento  de Tula, la profundidad e independencia de sus juicios y su dinamismo y actividad eran la admiración de todos: militares, nobles o poetas. 
El poeta y dramaturgo Bretón de los Herreros llegó a decir de ella: "¡Es mucho hombre esta mujer!". 

Por su personalidad y por su obra literaria, fue una mujer independiente.
Muchos la consideran precursora del feminismo, al que se adelantó en su tiempo.




POR SI QUIERES CONOCER MEJOR A GERTRUDIS GÓMEZ DE AVELLANEDA:




OBRA
A pesar de que hoy se la considera como una gran poetisa, dramaturga, novelista y cultivadora extraordinaria del género epistolar, el mérito de su obra no fue totalmente reconocido durante mucho tiempo.

Su producción literaria se distingue por su poderoso impulso emocional, su vigoroso individualismo romántico y su alta calidad estética y, en lo político-social, por su definida orientación liberal, progresista y humanitaria.

La Avellaneda, fue quizás la escritora más completa del siglo XIX, en todo el mundo.
Triunfó como dramaturga, novelista, poetisa y crítica, y por último, su epistolario es de los más sentidos en lengua española.




LA AVELLANEDA Y LA RAE
Fue la primera mujer nominada a una silla, dentro de la Real Academia Española de la Lengua.


En 1853, cuando se propuso su ingreso en la Real Academia de la Lengua, fue vetada porque en los estatutos de esta institución se prohibía la admisión de mujeres. 

Uno de los pocos contemporáneos en proclamar su grandeza fue Juan Valera al afirmar que no sólo ostentaba ella la primacía "sobre cuantas personas de su sexo han pulsado la lira castellana", sino que su nombre podría colocarse junto a las grandes poetisas de la antigüedad clásica y el Renacimiento.
Algunos críticos la consideran como "La más grande escritora de nuestra lengua desde el Siglo de Oro" o  "La más grande de los escritores de su tiempo".



SAB

Gertrudis Gómez de Avellaneda inauguró, con Sab, la novela antiesclavista.




Es una historia cuyo tema central es el amor que siente un esclavo mulato por una hija de una familia de raza blanca.
El mulato Sab es esclavo de la familia Bellavista. 
Compañero de  juegos en la niñez de la hermosa Carlota de quien se enamorará más tarde. Carlota está enamorada de Enrique Otway, codicioso e interesado por su fortuna.
La familia sufre un quebranto económico y Sab entrega todo el dinero que ha obtenido en un premio de la lotería para que la boda entre Carlota y Enrique se efectúe, sacrificando así su amor. 
Para entregar ese dinero, ha tenido que cabalgar a gran velocidad y encontrar a Enrique. 
Debido al sufrimiento interno que padece a causa de su pasión y su fatiga, Sab muere y deja una carta a Teresa que ha sido adoptada por la familia Bellavista, dirigida a Carlota, en la que le cuenta su amor. 
Es el manifiesto de la pasión amorosa de Sab hacia Carlota y nos revela todas estas injusticias que él sufre bajo una sociedad ignorante e inmadura.


Su descripción, en esta obra, de la cruel explotación a que eran sometidos los esclavos en los ingenios azucareros de su país, constituye una de las protestas antiesclavistas más poderosas de su época. 

Con su encendida retórica romántica, protesta: 

"¡Ah!, sí, es cruel espectáculo la vista de la humanidad degradada, de hombres convertidos en brutos, que llevan en su frente la marca de la esclavitud y en su alma la desesperación del infierno". 

Por algo la circulación de ese libro fue prohibida en Cuba por el gobierno colonial.





















LA AVELLANEDA Y LA IGUALDAD
El abolicionismo de Sab es consecuencia inevitable de la postura igualitarista de su autora. 
Es una faceta de una ideología más amplia que abraza, entre otros elementos, la defensa de todas las minorías o grupos humanos oprimidos, incluyendo al indio y a la mujer. 

En Sab encontramos las raíces del posterior "siboneyismo" que floreció en la literatura cubana en la segunda mitad del siglo XIX. 
También encontramos en esta novela las primeras expresiones del feminismo literario cubano y probablemente hispanoamericano.

La joven Gertrudis escribe:

"¡Oh, las mujeres! ¡Pobres y ciegas víctimas! 

Como los esclavos, ellas arrastran pacientemente su cadena y bajan la cabeza bajo el yugo de las leyes humanas. Sin otra guía que su corazón ignorante y crédulo, eligen un dueño para toda la vida. El esclavo, al menos, puede cambiar de amo, puede esperar que juntando oro, comprará algún día su libertad, pero la mujer, cuando levanta sus manos enflaquecidas y su frente ultrajada para pedir libertad, oye el monstruo de voz sepulcral que le grita: 'En la tumba'".



Esta escritora excepcional del siglo XIX sigue reclamando desde su obra los derechos de todos los seres todavía oprimidos en nuestra época actual.




LA AVELLANEDA Y TOLSTOI
De Gertrudis Gómez de Avellaneda podría decirse que fue traidora a su clase como se ha dicho de León Tolstoi.
Ella que viene de una familia esclavista, educada en un ambiente donde lo normal era ver al negro en servidumbre, nos retrata en Sab a un esclavo con todas las cualidades de un hombre superior, en contraste con un blanco egoísta, calculador y ruin.



http://critica.cl/literatura/sab-un-ensayo-sobre-la-pasion-la-esclavitud-y-la-identidad-en-la-obra-de-gertrudis-gomez-de-avellaneda









¿QUÉ ES EL SIBONEYISMO?
Es un movimiento de la poesía cubana que resalta la cultura de los primeros aborígenes de Cuba, los indios.




Es una vertiente de una poesía de afirmación nacionalista que coincide con que, en el Romanticismo, estaba de moda exaltar al hombre natural, nativo o salvaje.







lunes, 24 de marzo de 2014

MARIO BENEDETTI, CERTIFICADO DE EXISTENCIA



CERTIFICADO DE EXISTENCIA


Ah, ¿quién me salvará de existir? 
FERNANDO PESSOA




Dijo el fulano presuntuoso/ 
hoy en el consulado 
obtuve el habitual 
certificado de existencia 

consta aquí que estoy vivo 
de manera que basta de calumnias 

este papel soberbio / irrefutable 
atestigua que existo 

si me enfrento al espejo 
y mi rostro no está 
aguantaré sereno 
despejado 

¿no llevo acaso en la cartera 
mi recién adquirido 
mi flamante 
certificado de existencia? 

vivir / después de todo 
no es tan fundamental 

lo importante es que alguien 
debidamente autorizado 
certifique que uno 
probadamente existe 

cuando abro el diario y leo 
mi propia necrológica 
me apena que no sepan 
que estoy en condiciones 
de mostrar dondequiera 
y a quien sea 
un vigente prolijo y minucioso 
certificado de existencia 

existo 
luego pienso 

¿cuántos zutanos andan por la calle 
creyendo que están vivos 
cuando en rigor carecen del genuino 
irremplazable 
soberano 
certificado de existencia?



Mario Benedetti


Retrato de Edward James por René Magritte

martes, 11 de marzo de 2014

LEOPOLDO MARÍA PANERO, ANNABEL LEE



LEOPOLDO MARÍA PANERO
Poeta perteneciente a los llamados Nueve novísimos. 
En la antología de poesía de Josep Maria Castellet declaraba:

“Vivo dentro de la fantasía paranoica del fin del mundo y no solo no quiero salir de ella sino que pretendo que los demás entren en ella. Todas mis palabras son la misma que se inclina hacia muchos lados, la palabra FIN, la palabra que es el silencio, dicha de muchos modos”


Fallecido en marzo de 2014 en un psiquiátrico de Las Palmas, donde se había recluido voluntariamente desde hacía más de una década.

Entre sus obras están poemarios como Teoría, Narciso en el acorde último de las flautas, Last River Together, El último hombre, Poemas del manicomio de Mondragón, Contra España y otros poemas no de amor o Locos

Su obra se ha definido como una mezcla de irracionalismo, expresionismo, culturalismo y hermetismo.

A su muerte, Leopoldo María Panero ha dejado, al menos, un poemario inédito titulado Rosa enferma

LEOPOLDO MARÍA PANERO Y POE

Este es el acercamiento a la Annabel Lee de Poe que hace el poeta Leopoldo María Panero:


Hay un nombre cuyo ruido hace
temblar al aire como si fuera de algo
el de mi hermosa ANNABEL LEE: el de una niña
que me amó como si yo algo fuera
y que al morir supo tan sólo
a Dios decir un nombre, un ruido:

ANNABEL LEE.

Yo era una niña y ella casi un niño
nadando los dos bajo el mar; pero
nos amábamos ambos de algo como hierro
y llorábamos juntos los dos, bajo el cielo.
Y fue ese el motivo quizá por el que un día
una lágrima cayó del cielo disolviendo
como un ácido el cuerpo que temblaba
de mi hermosa, de mi pálida ANNABEL LEE, y entonces
vinieron sus padres, gente de dinero
a hacerse cargo del alma, y dicen
que la enterraron bajo el mar.

Pero hoy los huesos de una niña bailan
allí junto a una roca, cerca
de aquel reino moribundo que hay
debajo del mar, y cantan
aún esa canción demente, la
de los seres que
se enterraron juntos pronunciando
a solas el nombre de

ANNABEL LEE.


Publicado en de Poesía. 1970-1985 (Visor, 1986)