sábado, 13 de diciembre de 2014

CHARLES PERRAULT, CAPERUCITA ROJA


CHARLES PERRAULT
Charles Perrault es un famoso autor francés que escribió un total de cuarenta y seis obras, entre las que se halla la titulada Memorias de mi vida

Pero su mayor fama la logró escribiendo y contando cuentos especialmente para los niños.

De entre todos sus escritos destacan Los Cuentos de Perrault o Cuentos de mi madre la Oca.



Estos cuentos publicados en 1697 han vencido al tiempo llegando hasta nosotros con la misma frescura y belleza con la que fueran escritos, después de ser recopilados de la tradición oral o de leyendas de exótico origen a finales del siglo XVII.

Los cuentos de Perrault gustaron mucho, pero ni él mismo pudo imaginar que sus historias infantiles llegarían a perdurar a través de los siglos.
Ya hace más de trescientos años desde que Charles Perrault publicó sus Cuentos de antaño, entre los que encontramos a La bella durmiente del bosque, Caperucita Roja, Riquete el del copete, Piel de AsnoBarba AzulEl gato con botas, Blancanieves y Pulgarcito.


LEER EL CUENTO DE CAPERUCITA ROJA
Cuento troquelado ilustrado por Ferrándiz


Leer un cuento es la manera más sencilla de iniciarse en la lectura.

Todo el mundo conoce el cuento de Caperucita Roja

Este relato es uno de los favoritos de todos los niños. Generalmente les llega por transmisión oral o por versiones edulcoradas o resumidas que incluyen un final feliz.

En el siglo XIX, los hermanos Grimm retomaron el cuento y escribieron una nueva versión más inocente y con menos elementos eróticos que las publicadas anteriormente.

Además añadieron a la historia un desenlace feliz, tal y como solían tener los cuentos de la época.

Caperucita por Walter Crane


Esta es la oportunidad de leer Caperucita Roja en la versión original que recoge Charles Perrault.


CAPERUCITA ROJA

Caperucita Roja por Jessie Willcox Smith


Había una vez una niñita en un pueblo, la más bonita que jamás se hubiera visto; su madre estaba loca con ella y su abuela mucho más todavía. Esta buena mujer le había mandado hacer una caperucita roja y le sentaba tan bien que en  todos sitios la llamaban Caperucita Roja.

Un día su madre, habiendo hecho y cocido unas tortas, le dijo.

-Vete a ver cómo está tu abuela, pues me dicen que está enferma; llévale una torta y este tarrito de manteca.

Caperucita Roja partió en seguida a ver a su abuela que vivía en otro pueblo. Al pasar por un bosque, se encontró con el compadre Lobo que tuvo muchas ganas de comérsela, pero no se atrevió porque unos leñadores andaban cerca por el bosque. Él le preguntó a dónde iba. 
Caperucita Roja y el lobo
por Gabriel Joseph Marie Augustin Ferrier


La pobre niña, que no sabía que era peligroso detenerse a hablar con un lobo, le dijo:

-Voy a ver a mi abuela, y le llevo una torta y un tarrito de manteca que mi madre le envía.

-¿Vive muy lejos? -le dijo el lobo.

-¡Oh, sí! -dijo Caperucita Roja-, más allá del molino que se ve allá lejos, lejos, en la primera casa de la aldea.


-Pues bien -dijo el lobo-, yo también quiero ir a verla; yo iré por este camino, y tú por aquél, y veremos quién llega primero.
Caperucita Roja en el bosque  por Paul Friedrich Meyerheim

El lobo partió corriendo con todas sus fuerzas por el camino que era más corto y la niña se fue por el más largo entreteniéndose en coger avellanas, en correr tras las mariposas y en hacer ramos con las florecillas que encontraba. 

El lobo no tardó mucho en llegar a casa de la abuela.

Golpea: toc, toc.

-¿Quién es?

-Es su nieta, Caperucita Roja -dijo el lobo, cambiando la voz,- Le traigo una torta y un tarrito de manteca que mi madre le envía.

La mirada de Caperucita por Albert Anker

La bondadosa abuela, que estaba en cama porque no se sentía bien, le gritó:

-Tira  de la aldaba y el cerrojo caerá.

El lobo tiró de la aldaba, y la puerta se abrió. Se abalanzó sobre la buena mujer y la devoró en un santiamén, pues hacía más de tres días que no comía. 
En seguida cerró la puerta y fue a acostarse en el lecho de la abuela, esperando a Caperucita Roja quien, un rato después, llegó a golpear la puerta: Toc, toc.

-¿Quién es?

Caperucita Roja, al oír la ronca voz del lobo, primero se asustó, pero creyendo que su abuela estaba resfriada, contestó:

-Es su nieta, Caperucita Roja, le traigo una torta y un tarrito de mantequilla que mi madre le envía.

Caperucita por Fleury François Richard

El lobo le gritó, suavizando un poco la voz:

-Tira de la aldaba y el cerrojo caerá.

Caperucita Roja tiró de la aldaba y la puerta se abrió. Viéndola entrar, el lobo le dijo, mientras se escondía en la cama bajo el cobertor:

-Deja la torta y el tarrito de manteca en la repisa y ven a acostarte conmigo.
Caperucita Roja por Gustavo Doré

Caperucita Roja se desvistió y se fue a meter a la cama y quedó muy asombrada al ver la forma de su abuela en camisa de dormir. Ella le dijo:

-Abuela, ¡qué brazos tan grandes tienes!

-Es para abrazarte mejor, hija mía.

-Abuela, ¡qué piernas tan grandes tiene!

-Es para correr mejor, hija mía.

-Abuela, ¡qué orejas tan grandes tiene! 

-Es para oírte mejor, hija mía. 

-Abuela, ¡qué ojos tan grandes tiene! 

-Es para verte mejor, hija mía. 

-Abuela, ¡qué dientes tan grandes tiene! 

-¡Para comerte mejor! 

Y diciendo estas palabras, este malvado lobo se abalanzó sobre Caperucita Roja y se la comió.
Caperucita por John Everett Millais


MORALEJA
Niñas, cuando seáis hermosas jóvenes, desconfiad siempre de los lobos.
En este mundo hay muchos melífluos y elegantes, cuyo lenguaje es cariñoso y seductor, y esos precisamente son los de la raza más peligrosa.
Jugando a Caperucita Roja 
por Charles Courtney Curran

domingo, 7 de diciembre de 2014

WALT DISNEY, EL REY LEÓN


WALT DISNEY
Walter Elias Disney fue un dibujante, productor, animador, guionista y director de dibujos animados estadounidense.

Está considerado como un icono de la cultura americana por sus películas de animación, por la creación de personajes como Mickey Mouse y el Pato Donald. 
Creador de un vasto imperio dedicado al entretenimiento y a la infancia con  sus espectáculos, series para la televisión, libros, cómics, películas de carácter educativo y una amplia gama de juguetes y productos con la marca Disney a la venta.
Fue el creador de Disneyland, el primero de sus innovadores, parques de atracciones temáticos enormemente populares, que incluso han influido en el diseño urbano moderno. 


Su figura tanto en vida como después de su muerte ha sido objeto de varias leyendas urbanas.


EL REY LEÓN


La película Disney, El Rey León, está inspirada en Hamlet la famosa tragedia de Shakespeare. 


En la obra teatral shakesperiana, al príncipe Hamlet de Dinamarca se le aparece para pedirle venganza el fantasma de su padre el rey  para decirle que ha sido asesinado por su hermano Claudio, tío de Hamlet, para apoderarse del reino.
En la película Disney, Simba el pequeño león, después de que se le aparece en las nubes la imagen de su padre muerto, regresa al reino para vengarse de su tío Scar y tomar su lugar como rey.



Muchos de los personajes de El Rey León tienen su equivalencia con los personajes de la obra de Shakespeare.




SIMBA: El pequeño león Simba es un personaje relacionado con Hamlet, principe de Dinamarca.

NALA: Su madre la leona Nala representa a Gertrudis la reina de Dinamarca y madre del príncipe Hamlet. 

MUFASA: El león Mufasa es paralelo al rey de Dinamarca, padre del príncipe Hamlet.

SCAR: El malvado león Scar sería como Claudio, el nuevo rey de Dinamarca, y tío de Hamlet. 

TIMÓN Y PUMBA: Los personajes de Timón y Pumba cumplen las funciones de Rosencrantz y Guildenstern que en la obra de Shakespeare son los amigos de la infancia de Hamlet.




Para la elaboración del film de dibujos animados se emplearon cuatro años de trabajo con seiscientos animadores a pleno rendimiento con un millón de dibujos, más de un millar de escenas individuales pintadas a mano y más de mil fondos distintos.
En el film aparecen más de veinte especies de animales, sin contar a los insectos.

El equipo de animación estuvo una temporada en África para que los dibujos de animales y  su entorno natural tuvieran mayor realismo.


La película como es ya tradicional en las obras de Disney incluye numerosas canciones.
Una de las más conocidas es la titulada El ciclo de la vida:




EL REY LEÓN, EL MUSICAL
El rey león es un musical basado en la película de Disney de 1994 

El musical cuenta con  libreto de Roger Allers e Irene Mecchi, canciones de Elton John y Tim Rice, y música adicional de Lebo M, Mark Mancina, Jay Rifkin, Julie Taymor y Hans Zimmer.

Ha sido visto por casi setenta millones de espectadores, ha merecido setenta premios y lleva más de diecisiete años representándose en Broadway.




EL PERFECTO AMERICANO, PHILIP GLASS







El famoso compositor estadounidense Philip Glass compuso entre el 2011 y el 2012 una ópera en dos actos sobre Walt Disney titulada en español El perfecto americano

Esta ópera fue estrenada en España en el Teatro Real de Madrid.
Está basada en la novela The Perfect American del escritor Peter Stephan Jungk que recrea en forma de ficción los últimos meses de la vida de Walt Disney.
En este vídeo hay una pequeña información sobre esta ópera de Philip Glass:












sábado, 6 de diciembre de 2014

ARTHUR MACHEN, UN NUEVO CUENTO DE NAVIDAD

ARTHUR MACHEN 

Arthur Machen, actor,escritor y periodista galés, es uno de los escritores más importantes de relatos de terror fantástico.

Bajo la influencia de R.L.Stevenson, Machen empieza a escribir historias para algunas revistas utilizando elementos fantásticos y de la tradición gótica. 

Algunos de sus artículos literarios giran en torno a las leyendas, el esoterismo y el esteticismo.

En el relato Un nuevo Cuento de Navidad, Arthur Machen retoma y reinterpreta el famoso relato navideño de Charles Dickens desde una nueva perspectiva.


UN NUEVO CUENTO DE NAVIDAD

Sin lugar a dudas, la vida de Scrooge se había encendido.



Diez años habían pasado desde que el espíritu del viejo Jacob Marley le había visitado, y que los Fantasmas de las Navidades Pasadas, Presentes y Futuras le habían demostrado el error de su forma de vida mezquina, ruin y grosera, convirtiéndole en el anciano más feliz del pueblo y siendo apodado "el Viejo Entrometido" por los viejos amargos que nunca reverenciaron a nada ni a nadie.



Y, sin duda alguna, los viejos estaban acertados. Ebenezer Scrooge había sido un entrometido. Siempre había estado huroneando en los asuntos de los demás; así que pudo descubrir las consecuencias de sus actos sobre los demás. Muchos hombres de negocios duros se suavizaban ante la idea de Scrooge rondando en sus despachos, creyendo que la ruina se les acercaba.



-Mi estimado señor Hardman -decía el viejo Scrooge- ni una palabra más. Tome este giro de trescientas libras y úselo como mejor sepa. Usted lo podrá duplicar por mí en el plazo de seis meses.

Podría irse riendo de ello, y Charles el camarero, en la vieja taberna de la ciudad, donde Scrooge cenaba, siempre decía que Scrooge le traía suerte a él y a la taberna. Todos ordenaban una buena ración de brandy caliente cuando su alegre y sonrosada cara aparecía en el lugar.

Estaban en Navidad. Scrooge estaba sentado frente a su crujiente fuego, bebiendo algo tibio y confortable y discurriendo la mejor manera de llevar la felicidad al resto de la gente.

"No voy a soportar la obstinación de Bob," se decía a sí mismo -la firma de la empresa era Scrooge&aCratchit ahora- "él hace todo el trabajo, y no es justo que un viejo inútil como yo tome más que un cuarto de los beneficios."

Un lúgubre sonido resonó a través de la vieja casa. El aire resopló heladamente y lo cálido y confortable se tornó en frío y incómodo. Scrooge bebió nerviosamente. La puerta se abrió y una forma vaga y espantosa surgió en el umbral.

-Sígueme -dijo.

Scrooge no supo con seguridad qué pasó luego. Estaba en la calle. Recordaba que quería comprar algunas golosinas para sus pequeños sobrinos y sobrinas, y fue a una tienda.
-Disculpe, pero pasadas las ocho -dijo el encargado- no podemos atenderlo, señor.

Vagó a través de otras calles que parecían extrañamente alteradas. Se dirigía hacia el lado oeste, y comenzó a sentir frío y debilidad. Creyó que sería conveniente tomar una pequeña copa de brandy con agua, y justo estaba doblando la esquina de la vieja taberna cuando salían las últimas personas y le cerraban las metálicas puertas prácticamente en la cara.

-¿Qué es lo que pasa? -preguntó débilmente al hombre que cerraba las puertas.

-Las diez pasadas -dijo secamente el tipo, y apagó las últimas luces.

Scrooge ya creía que la segunda porción de pastel de carne le había dado indigestión, y que todo aquello era una mera pesadilla. Le parecía como que había caído en un profundo abismo de oscuridad en el que todo le era negado.

Cuando volvió en sí, era el día de Navidad, y la gente estaba caminando por las calles.

Scrooge se encontró en esa calle y la gente se sonreía y saludaba entre sí con calidez, pero era evidente que no eran felices. Había señales de preocupación en sus rostros, señales que evidenciaban problemas del pasado y ansiedades futuras. Scrooge escuchó a un hombre suspirar al siguiente instante de desearle Feliz Navidad a un vecino. Había lágrimas en el rostro de una mujer que caminaba frente a una iglesia, toda de negro.

-¡Pobre John! -murmuraba ella-. Estoy segura de que lo que lo mató fueron los problemas de dinero. Ahora está en el cielo. Pero el vicario dijo en el sermón que el cielo era un mero cuento de hadas -ella gimió nuevamente.

Todo esto perturbó la paz de Scrooge. Algo parecía estar pujando en su corazón.

-Pero -dijo él- debo olvidar todo esto cuando me siente a cenar con mis sobrinos y sus jóvenes hijos.
Eran las últimas horas de la tarde; las cuatro en punto y caían las sombras. Era la hora de la cena. Scrooge encontró la casa de su sobrino. Ni una ventana tenía luces y todo estaba oscuro. El corazón de Scrooge se heló.

Golpeó una y otra vez, y tiró de la campana que resonó tan lánguidamente que parecía tener un pie en el sepulcro.

Al final, una vieja mujer de aspecto miserable, abrió la puerta solo unas pulgadas y miró con desconfianza.

-¿El señor Fred? -dijo-. Él y sus señora salieron al Hotel Splendid, y no volverán hasta medianoche. Los chicos están fuera, en Eastbourne.

-¡Cenando en una taberna el día de Navidad! -murmuró Scrooge-. ¿Qué terrible sino es ese? ¿Quién es tan miserable y tan desolado como para cenar en una taberna en Navidad? ¡Y los niños en Eastbourne!

El aire se tornó pesado y le pareció escuchar desde una gran distancia la voz de Tiny Tim, diciendo "¡Dios nos ayude, a todos y a cada uno de nosotros!"

De nuevo, el Espíritu apareció. Scrooge cayó de rodillas.

-¡Terrible Fantasma! -exclamó-. ¿Quién eres y qué quieres? Habla, te lo suplico.

-Ebenezer Scrooge -replicó el Fantasma en un timbre abominable-. Soy el fantasma de las Navidades de 1920. Conmigo traigo el impreso del Impuesto sobre la Renta.


El cabello de Scrooge se erizó ante esa visión. Pero se sintió peor cuando vio que la Aparición tenía huellas como las de un gigantesco gato.

-Mi nombre es Pussyfoot. También me llaman Ruina y Desesperanza -dijo el Fantasma, y desapareció.

Luego de esto Scrooge despertó y descorrió los cortinajes de su cama.

-¡Gracias a Dios! -exclamó de corazón-. ¡Solo fue un sueño!




Arthur Machen














viernes, 5 de diciembre de 2014

WILLIAM SHAKESPEARE, BIOGRAFÍA


WILLIAM SHAKESPEARE
Poeta, actor y autor teatral inglés, es considerado como uno de los mejores dramaturgos de la literatura universal.

Se cree que nació hacia el 26 de abril de 1564 en Stratford-upon-Avon un pueblo del condado de Warwick que no sobrepasaba los dos mil habitantes en el siglo XVI.


















Stratford-upon-Avon por Benjamin Williams Leader, Siglo XIX


Fue el tercero de ocho hermanos, primer hijo varón de un próspero comerciante, John Shakespeare, y de Mary Arden, hija de un terrateniente católico que sufrió persecuciones por sus creencias religiosas.


Casa natal de Shakespeare en Stratford-upon-Avon

En 1582, cuando tenía 18 años de edad, William Shakespeare se casó con Anne Hathaway una joven de 26 años, hija de un granjero a la que dejó embarazada y con la que tuvo tres hijos: Susanna en 1583, y los gemelos Hamnet y Judith en 1585.  El hijo, Hamnet, murió a los 11 años. Shakespeare no tuvo nietos.

Retrato de Anne Hattaway

Algunos estudiosos juzgan por el testamento del dramaturgo, que su relación con su esposa Anne Hathaway a la que deja su segunda mejor cama  no era muy cercana y es posible que el matrimonio no estuviera bien avenido.
Aunque esta cuestión, como muchas otras sobre la vida de Shakespeare, es muy discutida.

















El cottage de Anne Hattaway, esposa de William Shakespeare


A los veintitantos años,  Shakespeare se trasladó a Londres, más o menos hacia 1588 y, cuatro años más tarde, ya había logrado un notable éxito como dramaturgo y actor teatral. 

Conocido como el Bardo de Avon, Shakespeare es considerado el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal.

Miniatura de Henry Wriothesley

Durante su estancia en Londres consiguió el mecenazgo del joven y atractivo Henry Wriothesley, tercer conde de Southampton.

Con el que algunas fuentes afirman que mantenía relaciones amorosas, insinuando una bisexualidad no confirmada.


La reina Isabel I de Inglaterra


Las obras de William Shakespeare fueron muy apreciadas y fueron representadas en la corte de la reina Isabel I y del rey Jacobo I Estuardo con mayor frecuencia que las de sus dramaturgos contemporáneos.

















Shakespeare y sus amigos en la Taberna de La Sirena  por John Faed


La vida social de Shakespeare en este período era bastante agitada, estrechando relación con los escritores y actores como Christopher Marlowe, Ben Johnson, Robert Greene o Richard Burbage.















Representación en el Teatro Blackfriars en Londres


Pronto se convertiría en actor, escritor, y, finalmente, copropietario de la compañía teatral conocida como Lord Chamberlain's Men, que recibía su nombre, al igual que otras de la época, de su aristocrático mecenas, Lord Chamberlain.










Una actuación en el teatro the Globe en Londres

La vida profesional de Shakespeare en Londres estuvo marcada por una serie de arreglos financieros favorables que le permitieron compartir los beneficios de la compañía teatral en la que actuaba, la Chamberlain’s Men y de los dos teatros que la compañía poseía en la ciudad, The Globe y Blackfriars.












La reina Isabel I asiste a una representación en el teatro The Globe en Londres


La compañía teatral alcanzaría tal popularidad que, tras la muerte de la reina Isabel I y la subida al trono de Jacobo I Estuardo, el nuevo monarca tomaría bajo su protección a los Chamberlain’s Men, pasando a denominarse los King's Men es decir, los Hombres del rey.



William Shakespeare residió en Londres durante varios años en la zona de Southwark en cuya catedral existe, hoy en día, un monumento en su honor hecho en alabastro.








Estatua de Shakespeare en la catedral de Southwark, por Henry McCarthy en 1912. 
Foto de Bruno Girin 

En Londres, paralelamente a su éxito teatral, mejoró mucho la situación económica de Shakespeare.
Llegó a ser uno de los accionistas de su teatro y pudo ayudar económicamente a su padre e incluso en 1596 le compró un título nobiliario, cuyo escudo aparece en el monumento al poeta construido poco después de su muerte en la iglesia de la Santísima Trinidad de Stratford.


Monumento funerario a Shakespeare en la Holy Trinity Church

Tras la muerte de su madre de su hermano menor Edmund, también actor, y pocos años antes de su propia muerte, William Shakespeare regresó a su pueblo natal donde se instaló a vivir definitivamente junto a su familia después de hacer cierta fortuna.

William Shakespeare se compró la que estaba considerada como la segunda mejor casa en Stratford-upon-Avon y continuó escribiendo.

Shakespeare no solo escribía en solitario, por ejemplo, al dejar Londres y retirarse a su hogar natal escribió algunas obras en colaboración con el joven dramaturgo John Fletcher.














Casa de Shakespeare en Stratford-upon-Avon

Poco antes de morir hizo su testamento, en él  se habla de bienes muebles y de inmuebles, pero no se menciona un solo libro. 
Aunque Astrana Marín consideraba que tal vez su amistad con un librero le facilitó el acceso a numerosas lecturas.

Falleció el 23 de abril de 1616 a la edad de cincuenta y dos años.


Testamento de Shakespeare 


Los restos de Shakespeare fueron sepultados, de acuerdo con su petición, a cinco metros de profundidad, bajo el coro de la iglesia en el presbiterio de la Holy Trinity Church de Stratford y en la pared de la izquierda está el monumento en su honor con el busto del autor y su escudo familiar.


















Tumba y monumento de Shakespeare en la Holy Trinity Church


EL EPITAFIO DE WILLIAM SHAKESPEARE
El escritor inglés fue, al parecer, el que dejó escritas estas líneas para su epitafio antes de morir. 

La advertencia del llamado Bardo de Avon ha ayudado a mantener su lápida intacta durante casi cuatro siglos.

Esta amenaza, ha impedido que la tumba fuera movida de su lugar, incluso reparada pese a estar resquebrajada la piedra que se encuentra junto al propio altar de la Iglesia.



El epitafio de la tumba de Shakespeare dice:

Good frend for Iesvs sake forbeare
to digg the dvst encloased heare
Blese be ye man yt spares thes stones,
and cvrst be he yt moves my bones.


En un inglés más actual diría:


Good friend, for Jesus’ sake forbear
to dig the dust enclosed here:
Blessed be the man that spares these stones,
and cursed be he that moves my bones.


Que traducido al español vendría a ser:


Buen amigo, por Jesús, abstente
de cavar el polvo aquí encerrado.
Bendito sea el hombre que respete estas piedras
y maldito el que remueva mis huesos.




En 2008, se tomó la decisión de reparar los desperfectos, tras varios siglos de soportar las pisadas de los clérigos durante el culto ya que los visitantes no pueden pisarla. 

En esta restauración se tuvo en cuenta las indicaciones dadas por los expertos:


"Restauraremos la tumba, pero no tocaremos los huesos. Evitaremos la maldición. No vamos a levantar las piedras, no vamos a excavar y el mensaje se refiere a los huesos enterrados”.