VISITA LA BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA
LA EXPOSICIÓN
La Biblioteca Nacional de España (BNE) comienza la celebración de sus 300 años de historia con una gran exposición en la que se puede contemplar una parte significativa de los tesoros que alberga esta institución, la más antigua del país y que ha sabido adaptarse a las nuevas tecnologías de cada época.
Titulada "Biblioteca Nacional de España: 300 años haciendo historia", la exposición se divide en tres partes: Historia, Trabajos y Desafíos y retos de la tecnología.
Exposición del tricentenario de la BNE
Esta exposición es el inicio del amplio programa de actividades que se han preparado para el tricentenario, con las que se quiere acercar al gran público la complejidad de esta institución, que hoy día alberga casi 30 millones de documentos, muchos de ellos de una importancia excepcional.
Códices de Leonardo da Vinci
Visitar esta exposición es realizar un viaje en el tiempo para recorrer los 300 años de historia de la Biblioteca Nacional y hacerlo a través de más de 240 obras, todas ellas maravillosas, aunque ha habido que prescindir de otras muchas por razones de espacio o, como en el caso del Cantar del Mío Cid, para evitar que se deterioren más de lo que ya están.
Beato de Liébana
Se podrán contemplar joyas como el Beato de Liébana, o los Códices Madrid I y II de Leonardo da Vinci, el Breviario de Isabel la Católica, las Cantigas de Santa María o Las siete partidas de Alfonso X el Sabio.
Codex Madrid (I y II) Leonardo da Vinci
Se han incorporado además estampas, dibujos y grabados de Rembrandt, Velázquez, Durero, Piranesi y Goya.
Cabeza de niña, dibujo de Diego Velázquez
De la importante colección de dibujos y grabados que posee la BNE se exponen, entre otros, Cabeza de niña de Velázquez, el aguafuerte La muerte de la Virgen de Rembrandt, Los caprichos de Goya y Árabe velando el cadáver de su amigo de Mariano Fortuny.
Muerte de la Virgen, estampa de Rembrandt
Misal del Cardenal Cisneros
Pero, pese al valor de los incunables, las auténticas joyas de la biblioteca son los manuscritos, de los que posee unos 23.000.
Y dentro de los manuscritos, la aristocracia por excelencia del libro, los tesoros, siempre han sido los códices – término técnico de un libro medieval manuscrito–.
Y la Biblioteca Nacional posee algunos de los mejores existentes: beatos, biblias, libros de horas...
Códices medievales iluminados, ejemplares de precio incalculable, contados y bien identificados en todo el mundo.
Se muestran manuscritos de autores tan diversos como Bartolomé de las Casas, Lope de Vega, Galdós, Gómez de la Serna, Dalí, Lorca, Buero Vallejo, Alberti, Borges y unos sonetos autógrafos de Miguel Hernández escritos en la cárcel.
Además de una selección del fondo fotográfico de la Guerra Civil Española, en la que hay imágenes de ambos bandos.
Estos son algunos de los más de 240 tesoros que se muestran en esta exposición.
EL FONDO
Dedicada a reunir, catalogar y conservar fondos bibliográficos, custodia más de 28 millones de publicaciones producidas en territorio nacional desde comienzos del siglo XVIII.
Estanterías de uno de los depósitos de la BNE
La Biblioteca no solo tiene en depósito millones de libros de todas las ramas del saber. También guarda importantes colecciones de grabados, mapas, carteles, revistas, fotografías composiciones musicales en diferentes soportes.
CREACIÓN DE LA BNE
El rey Felipe V de España
La BNE es una de las obras que nos dejó el afán de educació e ilustración del siglo XVIII.
El 29 de diciembre de 1711 el rey Felipe V aprobó la creación de una Real Biblioteca abierta al público, que comenzó a funcionar el 1 de marzo de 1712 en el pasadizo de la Encarnación, en la actual plaza de Oriente de Madrid, y que desde el principio puso a disposición de los estudiosos numerosas colecciones de muy diversa procedencia.
El 29 de diciembre de 1711 el rey Felipe V aprobó la creación de una Real Biblioteca abierta al público, que comenzó a funcionar el 1 de marzo de 1712 en el pasadizo de la Encarnación, en la actual plaza de Oriente de Madrid, y que desde el principio puso a disposición de los estudiosos numerosas colecciones de muy diversa procedencia.
Sala de lectura de la BNE
La Biblioteca tendría luego otras sedes hasta que en 1895 se trasladaría a la que tiene actualmente, en el paseo de Recoletos, ampliada en 1993 con la sede de Alcalá de Henares.
En ambos edificios se conservan más de 28 millones de documentos, que llegan en buena parte por depósito legal. En 2010 ingresaron 861.145 piezas por este sistema.
Pero las colecciones de la BNE también se enriquecen con donaciones realizadas por los creadores o sus herederos.
Durante 2010 se incorporaron 5.280 documentos valorados en 270.750 euros y por compras, capítulo al que el año pasado se destinaron 400.000 euros para adquisición de fondo moderno y 653.731 para fondo antiguo.
Durante 2010 se incorporaron 5.280 documentos valorados en 270.750 euros y por compras, capítulo al que el año pasado se destinaron 400.000 euros para adquisición de fondo moderno y 653.731 para fondo antiguo.
Robot de la sede de la BNE en Alcalá de Henares
La Biblioteca Nacional de España cuenta con 250 kilómetros lineales de estanterías, con un depósito robotizado de más de 30 kilómetros.
CURIOSIDADES
El personal de la BNE se ocupa de conseguir las condiciones idóneas para la conservación de los documentos, y para ello se controla el grado relativo de humedad y la temperatura, que ha de ser constante.
La BNE ofrece, además, de forma gratuita, la aplicación para Iphone y Androidde la exposición "Biblioteca Nacional de España: 300 años haciendo Historia", con el plano de la exposición, fotos, textos, vídeo y distintas funciones para acercarse de manera virtual a la muestra.
Desde aquí puedes hacerlo:
¿QUÉ ES UN LIBRO INCUNABLE?
Según la RAE:
incunable.
(Del lat. incunabŭla, pañales).
1. adj. Se dice de toda edición hecha desde la invención de la imprenta hasta principios del siglo XVI. U. t. c. s. m.
Algunos incunables de la BNE
En 1639, Bernhard von Mallinckrodt publicó un folleto para celebrar el bicentenario de la invención de la imprenta, y que incluía la frase “prima typographicae incunabula”, es decir, "la primera impresión en pañales " para referirse a los primeros tiempos de la imprenta.
El término se utiliza desde entonces para describir los libros impresos antes del año 1500.
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