miércoles, 20 de febrero de 2019

SAN JUAN DE LA CRUZ, QUÉ BIEN SÉ YO LA FONTE


ROSALÍA, AUNQUE ES DE NOCHE
La canción de Rosalía Aunque es de noche es, en realidad, el poema Qué bien sé yo la fonte que San Juan de la Cruz escribió durante su encarcelamiento en Toledo en 1578. 


Dice la tradición que el místico cantaba este poema para consolarse durante su cautiverio.

Este poema de San Juan fue musicado por Enrique Morente para su album Lorca publicado en 1998 y Rosalía lo versiona así:





SAN JUAN DE LA CRUZ,
QUÉ BIEN SÉ YO LA FONTE



¡Qué bien sé yo la fonte que mana y corre,
aunque es de noche!

Aquella eterna fonte está ascondida. 
¡Que bien sé yo do tiene su manida 
aunque es de noche! 

II 
Su origen no lo sé pues no le tiene 
mas sé que todo origen della viene 
aunque es de noche. 

III 
Sé que no puede ser cosa tan bella, 
y que cielos y tierra beben della 
aunque es de noche. 

IV 
Bien sé que suelo en ella no se halla 
y que ninguno puede vadealla 
aunque es de noche. 

Su claridad nunca es escurecida 
y sé que toda luz de ella es venida 
aunque es de noche. 

VI 
Sé ser tan caudalosos sus corrientes, 
que infiernos cielos riegan y a las gentes 
aunque es de noche. 

VII 
La corriente que nace desta fuente 
bien sé que es tan capaz y omnipotente 
aunque es de noche. 

VIII 
La corriente que de estas dos procede 
sé que ninguna de ellas le precede 
aunque es de noche. 

IX 
Bien sé que tres en sola una agua viva
residen, y una de otra se deriva,
aunque es de noche.

Aquesta eterna fonte está escondida
en este vivo pan por darnos vida,
aunque es de noche.

XI 
Aquí se está llamando a las criaturas,
y de este agua se hartan, aunque a oscuras
porque es de noche.

XII
En esta noche oscura de la vida,
qué bien se yo por fe la fonte frida,
aunque es de noche.

XIII
Aquesta viva fuente que deseo,
en este pan de vida yo la veo,
aunque es de noche.

San Juan de la Cruz

La literatura mística narra el encuentro directo entre el alma y la divinidad.
Este poema de San Juan de la Cruz es la expresión literaria de su acercamiento a lo divino.
El poeta nos transmite su experiencia mística de aproximación a Dios en la cárcel. En el texto aparecen símbolos de la Sántisima Trinidad, la eucaristía...
Para San Juan, Dios es ese torrente de agua que crece hasta llenar la tierra y que nadie puede pasar por encima o ignorar.



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