El Codex Calixtinus o Códice Calixtino es un manuscrito iluminado de mediados del siglo XII.
Está considerado como la primera guía de viajes del mundo, ya que fue el referente de miles de peregrinos de la Edad Media.
Este códice está compuesto por 225 folios de pergamino, numerados con paginación romana y una caligrafía clara.
Está dividido en cinco libros y dos apéndices.
En la actualidad forman un único volumen desde su restauración, en el año 1964, cuando se incorporó el Libro de Turpín, que se encontraba desmembrado y había sido encuadernado aparte.
El Codex Calixtinus recopila todos aquellos elementos que contribuyen a la expansión del culto jacobeo.
El libro V indica los itinerarios que el peregrino puede tomar para llegar a Compostela, siendo cuatro los caminos que se unen en Puente la Reina.
Divide el camino en jornadas y cita los pueblos que se encuentran en el recorrido describiendo las viandas y los hospitales.
Constituye una especie de guía para los peregrinos que seguían el Camino de Santiago en su viaje a Santiago de Compostela, con consejos, descripciones de la ruta y de las obras de arte así como de las costumbres locales de las gentes que vivían a lo largo del Camino.
También contiene sermones, milagros y textos litúrgicos
relacionados con el Apóstol Santiago.
LA MÚSICA EN EL CÓDICE CALIXTINO
En el Códice Calixtino hay 22 composiciones polifónicas, estas piezas están englobadas en la primera época de la polifonía europea llamada Ars antiqua o Ars veterum que denomina la música realizada en Europa entre el 1170 y el 1310.
La autoría de estas obras es discutida entre los investigadores, aunque la mayoría creen que fueron 16 los autores que participaron en la elaboración de las diferentes composiciones que aparecen en el manuscrito.
Entre ellos obispos y maestros musicales franceses, el propio Aymeric Picaud, presbítero de Parthenay, es uno de ellos, y al que se le atribuye la autoría del Códice y también una obra en el apéndice polifónico.
Entre ellos obispos y maestros musicales franceses, el propio Aymeric Picaud, presbítero de Parthenay, es uno de ellos, y al que se le atribuye la autoría del Códice y también una obra en el apéndice polifónico.
Por si te apetece conocer mejor el Códice Calixtino, aquí puedes leer un pequeño fragmento:
CODEX CALIXTINUS Capítulo XI
a los peregrinos de Santiago
Todo el mundo debe recibir con caridad y respeto a los peregrinos, ricos o pobres, que vuelven o se dirigen al solar de Santiago, pues todo el que los reciba y hospede con esmero, tendrá como huésped, no sólo a Santiago, sino también al mismo Señor, según sus palabras en el evangelio: "El que a vosotros recibe, a Mí me recibe".
Hubo antaño muchos que incurrieron en la ira de Dios por haberse negado a acoger a los pobres y a los peregrinos de Santiago.
En Nantua, una villa entre Ginebra y Lyón, a un tejedor se le cayó súbitamente al suelo el paño, rasgado por medio, por haber rehusado dar pan a un peregrino de Santiago que se lo pedía.
En Vilanova, un peregrino de Santiago, necesitado, pidió limosma por amor de Dios y de Santiago, a una mujer que teniendo el pan todavía entre las brasas calientes, le dijo que no tenía pan. El peregrino le dijo: "¡Ojalá el pan que tienes se te convierta en piedras!". Se fue el peregrino de su casa, y estaba ya lejos de ella, cuando se acercó la mujer a las brasas con intención de coger el pan y en su lugar encontró una piedra redonda. Arrepentida de corazón se fue tras el peregrino, pero no lo encontró.
Volviendo sin recursos en cierta ocasión de Santiago, dos nobles galos pidieron hospedaje por amor de Dios y de Santiago, en la ciudad de Poitiers, desde la casa de Juan de Gautier hasta San Porcario, sin encontrarlo. Al fín se hospedaron en la última casa de aquella calle, junto a la iglesia de San Porcario, en casa de un pobre; y he aquí que por venganza divina, un voraz incendio abrasó toda la calle desde la casa en que primero habían solicitado hospedaje, hasta aquella en la que se hospedaron. Y eran unas mil casas. Pero la casa en que se hospedaron los siervos de Dios, por gracia divina quedó intacta.
Por lo que se debe saber, que los peregrinos de Santiago, pobres o ricos, tienen derecho a la hospitalidad y a una acogida respetuosa.
AQUÍ TERMINA EL LIBRO V DE SANTIAGO APÓSTOL.
GLORIA AL ESCRITOR Y GLORIA AL LECTOR.
ESTE CÓDICE LO ACOGIÓ DILIGENTEMENTE, PRIMERO LA IGLESIA ROMANA, PUES FUE COMPUESTO EN DIVERSOS LUGARES: EN ROMA, EN TIERRAS DE JERUSALÉN, EN LA GALIA, EN ITALIA, EN ALEMANIA Y EN FRISIA, Y PRINCIPALMENTE EN CLUNY.
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