Emilia Pardo Bazán fue una novelista, periodista, ensayista y crítica literaria española introductora del Naturalismo en España.
Mujer de extraordinaria capacidad intelectual, está considerada la mejor novelista española del siglo XIX y una de las escritoras más destacadas de nuestra historia literaria.
Emilia Pardo Bazán, con 17 años, se casa con José Quiroga, de 20 años, de familia hidalga con abundantes bienes y rentas.
De este matrimonio nacen tres hijos, Jaime, Nieves y Carmen.
Interesada por el Naturalismo francés, escribe sobre ese tema una serie de artículos que reúne en un libro, La cuestión palpitante.
Estalla el escándalo. Se la acusa de ensalzar doctrinas ateas y, aunque ella insiste en considerarse una católica ferviente, el libro amenaza hasta la paz conyugal.
Su marido le prohíbe que siga escribiendo.
Al no obedecer ella, el matrimonio empezó a distanciarse y terminó con alejamiento e indiferencia.
Doña Emilia escribe toda la mañana desde muy temprano y dedica la tarde a la sociedad, el teatro, las visitas.
Tiene tertulia propia, a la que asisten todos los intelectuales y escritores de España salvo, naturalmente, los que están peleados con ella.
Le gustan los encajes y las joyas, colecciona objetos artísticos, tiene siempre flores en su mesa de trabajo.
Muy amiga de Pérez Galdós, recorre con él los barrios bajos de Madrid, los asilos, los hospitales y hasta las cárceles.
En una de estas salidas van a San Isidro en la fiesta del santo, que le inspira su deliciosa novela Insolación, causante de un escándalo terrible.
Tras su divorcio, mantuvo una conocida relación durante veinte años con el escritor Benito Pérez Galdós, aunque no se volvió a casar jamás.
En 1908 comienza a utilizar el título de Condesa de Pardo Bazán, que le otorga Alfonso XIII en reconocimiento a su importancia en el mundo literario.
Cuando murió, el 12 de mayo de 1921, había conseguido el título de Catedrática de Literaturas Neolatinas.
Además de novelas y cuentos, escribió libros de viajes, obras dramáticas, composiciones poéticas y numerosísimas colaboraciones periodísticas.
Entre sus novelas naturalistas destacan: La tribuna, primera novela naturalista publicada en España, Los Pazos de Ulloa, La madre naturaleza y La piedra angular.
De ambiente madrileño son sus novelas Insolación y Morriña.
Doña Emilia colabora en numerosas revistas y periódicos, con crónicas de viajes, artículos, ensayos y numerosísimos cuentos que agruparía en varias colecciones: Cuentos de Marineda, Cuentos de amor, Cuentos de Navidad y Reyes, Cuentos de la patria, Cuentos antiguos...
Es una novela realista con un trasfondo naturalista de Emilia Pardo Bazán
Cuenta la historia de amor de seis días entre una dama de la aristocracia y un caballero andaluz en el Madrid de la época.
Aunque resultó muy polémica en su tiempo, en realidad, en esta época,la novela tiene muy poco de escandalosa.
La marquesa protagonista es una viuda irreprochable, y caballero, un andaluz soltero y simpático, cuya única noche de amor termina en casamiento.
La marquesa protagonista es una viuda irreprochable, y caballero, un andaluz soltero y simpático, cuya única noche de amor termina en casamiento.
La dama se entrega a su pretendiente en la visita que realizan a la pradera de San Isidro, patrón de Madrid, en una tarde agitada en la que el calor, la excitación y el abuso de la manzanilla producen la insolación que da título irónico a la novela.
Francisca de Asís de Andrade, elegante y bella viuda de buenas costumbres, narra en primera persona un encuentro amoroso con don Diego Pacheco una especie de don Juan gaditano.
El tercero en el triángulo amoroso es el capitán Pardo, interesado en ella, pero que es incapaz de encender la pasión de la narradora.
Don Diego, un amable caballero andaluz, invita primero a la dama a la feria de San Isidro y la enamora después a pesar de las intenciones aparentemente defensivas de la dama.
El calor y el ambiente de la romería, la supuesta insolación de la dama y el vino del merendero del Manzanares condicionan su aceptación.
Francisca de Asís cede al enamorado que ha sabido aprovechar el accidental aturdimiento de la dama, y aunque se propone seriamente que no volverá a suceder, llega Pacheco y ella vuelve a entregarse.
El sol ahora no interviene para nada.
Su situación personal de joven viuda que ha estado casada con un hombre mayor que ella, la incita a ello.
INSOLACIÓN Y LA CRÍTICA
LA PARDO BAZÁN Y EL FEMINISMO
LA PARDO BAZÁN Y LA RAE
La crítica actual ha destacado lo que ya en su tiempo algunos entrevieron: el magnífico estudio psicológico del personaje femenino y la calidad literaria de la obra.
La novela por su defensa de la sexualidad de las mujeres no obtuvo la comprensión de muchos de los críticos del momento.
Leopoldo Alas, Clarín, sostiene que Insolación ocupa un lugar intermedio entre la obra pornográfica y la artística.
Clarín había sentenciado la novela en uno de sus Paliques: "Antipático, poema de una jamona atrasada de caricias, no tiene una sola nota poética, nada profundo ni ideal, nada que sea una ventana abierta sobre el ensueño ¡y es historia de amor! Además carece de composición, se acaba cuando llega el verano y se marcha el tren de Galicia..."
Para los habituados a los relatos contemporáneos, Insolación es casi una novela rosa.
Para los habituados a los relatos contemporáneos, Insolación es casi una novela rosa.
Pero Pereda había dicho a los lectores de El Imparcial que le parecía atroz que la protagonista de Insolación se fuese a la romería con un señor apenas conocido, almorzasen juntos, ella se excediese en el vino, se enamorasen y acabaran "amancebados a la vista del lector, con minuciosos pormenores sobre su manera de pecar."
Para Oleza "Lo que determina el comportamiento del personaje no es tanto la acción del sol como las condiciones personales de Francisca de Asís. La influencia del sol es la explicación que ella se da a sí misma para poder justificar de algún modo lo que ha hecho".
Mujer feminista e independiente, dio mucha importancia a su formación académica.
No se sabe, sin embargo, cuándo empezó a desarrollar sus ideas feministas, pero desde muy joven investigó y leyó a los autores que trataban sobre la materia y se nota que existió en ella una inquietud muy grande sobre el tema.
En 1906 llegó a ser la primera mujer en presidir la Sección de Literatura del Ateneo de Madrid.
También fue la primera mujer en ocupar una cátedra de Literatura en la Universidad Central de Madrid, aunque solo le asistió un estudiante a su clase.
Feminista en un siglo que en su mayoría no compartía esa idea, luchó para erradicar la desigualdad entre sexos y apostó de forma entusiasta por la mejora de la educación entre las mujeres.
LA PARDO BAZÁN Y LA RAE
Posiblemente, el hecho de que nunca pudiese alcanzar un puesto en la Real Academia de la Lengua, fue uno de los reveses más fuertes que recibió la condesa.
La RAE, en su época, era un recinto exclusivo para hombres, y este fue uno de los motivos que hicieron revivir en ella el sentimiento feminista.
Cuando quedó vacante un sillón en la Real Academia, las gestiones para que lo ocupase doña Emilia no tuvieron éxito.
Para impedir la entrada de una mujer, se alegaron las razones más endebles, y ella se burló de ellas diciendo:
"Si es porque las reuniones de la Academia son para contar cuentos verdes, yo también los cuento, y no son menos graciosos."
Doña Emilia luchó a partir de ese momento con gran fuerza por los derechos de la mujer y, desde luego, para lograr la igualdad intelectual de esta con el hombre.
Ante otra vacante en la Academia, doña Emilia propone a Concepción Arenal, que bien merecía el honor pero la candidatura también es rechazada.
La Academia tampoco aceptaría a Gertrudis Gómez de Avellaneda, ni finalmente a Emilia Pardo Bazán a pesar de que actualmente se la considera la máxima exponente del Realismo junto con Clarín y Galdós.
La condesa de Pardo Bazán murió sin haberconseguido llegar a ser miembro de la Real Academia Española de la Lengua.
Rafael Vela Maqueta del monumento
a doña Emilia Pardo Bazán
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